El sacerdote chileno P. Felipe Herrera repasa todos los detalles para que la Noche Buena sea especial: los regalos, los invitados, la cena, la ropa. Pero, también recuerda que hay un ejercicio importante para vivir plenamente este gran acontecimiento cristiano: “¿Has preparado realmente tu corazón?”, interpela.
“Jesús no nació en una cuna de oro como los grandes reyes. Nació en un pobre y humilde pesebre. Este es un gran signo porque en cada Navidad Jesús quiere nacer en el pesebre de tu corazón”.
“Todos quisiéramos siempre darle lo mejor de nosotros al Señor: Un gran regalo, nuestras buenas obras, nuestras buenas acciones y eso está muy bien. Sin embargo, el signo más profundo de esta Navidad es que Jesús viene a nacer en nuestras pobrezas”, agrega el P. Herrera.
“En esta noche yo te invito a considerar un instante cuáles son las pobrezas de tu vida:
Tal vez una envidia, tal vez un pecado recurrente, tal vez un rencor, tal vez alguna pelea con alguien y que debes perdonar”.
El presbítero agrega que Jesús quiere nacer “ahí” en el corazón. “Déjalo entrar a tu corazón que te sane, que te salve, que te restaure, que te ponga de pie. Y después que has descubierto esa Misericordia profunda del Señor, da las gracias, bendícelo y bendice a cada miembro de la familia”.
“Que el señor que nace pobre y humilde en este pesebre nazca también en el pesebre de tu corazón”, concluye su mensaje.
Fuente: www.aciprensa.com