Semana de la Fraternidad Parroquial y por Sectores Vivida en
La Novena de Nuestra Señora de la Altagracia
para Clausurar la Primera Etapa del Plan Nacional de Pastoral
12- 21 de Enero del 2018
Primera Parte:
Taller de Preparación de la Semana de la Fraternidad en las Parroquias con sus Sectores.
Para celebrar adecuadamente esta Semana de la Fraternidad es necesario prepararla bien. Les ofrecemos un material para realizar un taller con los Coordinadores de Sectores que comprende:
• La clarificación de los objetivos de esta Semana de la Fraternidad que incluye el fortalecimiento de los Sectores
• Una reflexión bíblica sobre la fraternidad
• Una presentación general del contenido a desarrollar en esa Semana
• Unas propuestas para la logística de la Semana de la fraternidad
Primer Momento:
Objetivo de Esta Semana de la Fraternidad:
La Semana de la Fraternidad tiene como objetivos:
• Celebrar la fraternidad cristiana en la que acontece la salvación que el Padre nos ofrece en Cristo por la acción del Espíritu Santo en nosotros,
• Renovar nuestra experiencia de Pueblo de Dios
• Fortalecer los Sectores y sus Equipos de Coordinadores de Sectores
• Clausurar la I ETAPA del Plan Pastoral, dedicada toda ella a cultivar la Fraternidad en las familias, en las comunidades, en las parroquias, en la sociedad, en los campos, barrios, urbanizaciones y residenciales.
Recordemos que la Primera Etapa de nuestro Plan tenía como objetivo general, es decir, el resultado esperado era: un pueblo organizado en familias, grupos de vida y comunidades.
Esa Primera Etapa se integró en 4 fases:
• La primera fase buscó promover un pueblo que acepta y valora su identidad
• La segunda fase trabajamos la Misión Continental Permanente para responder a la llamada de Aparecida.
• La tercera fase se pretendió sensibilizar al pueblo del valor y de la necesidad de la fraternidad
• La cuarta fase se hizo un camino de sensibilización a la solidaridad.
Y, para lograr todo esto, trabajamos las 12 estrategias o pasos del Plan de Pastoral, de la cual la primera es la sectorización de las Parroquias en unidades territoriales con un máximo de mil personas o 250 casas o siguiendo las realidades geográficas y culturales aunque sean menos personas y menos casas.
Con la Sectorización se nos invitó a crear el Equipos de Coordinación del Sector que está llamado a coordinar, animar y dirigir la evangelización y la vida eclesial.
Segundo Momento:
Meditación Bíblica sobre la Fraternidad
En este momento leeremos juntos esta meditación:
El término “fraternidad” es reciente. Como vocablo, “fraternidad” es posterior al referente “hermano”, “hermana”; quiere decir que primero está la persona, luego, las características que distinguen esas relaciones de hermandad que serán el criterio para distinguirla y testimoniarla.
La particularidad de la “fraternidad”, en el Nuevo Testamento nace del desarrollo en las relaciones humanas, sociales y religiosa, evidenciada también en el Antiguo Testamento. Para el antiguo Israel, el referente “hermano” se delimitaba tanto para las personas más próximas con vínculos de sangre, como para parientes distantes. Posteriormente se fue ampliando para aquellos que formaban un mismo pueblo, con identidad territorial y religiosa, quienes compartían un propósito común. Es en este contexto fueron escritas las frases del Salmo 133,1: “Qué bueno, que dulce habitar los hermanos todos juntos”.
La fraternidad en la Sagrada Escritura se fundamenta esencialmente en la Santísima Trinidad:
1. Un Padre común
Aunque textos del Antiguo Testamento confirman que Dios posee rasgos paterno y materno: Ex 4,22; Is 63,16, es en el Nuevo Testamento donde tal referencia se destacará significativamente mediante la persona de Jesús. La bondad de Jesús se hace sentir cuando enseña a la multitud a decir “Padre nuestro”, queriendo decir que “mi padre” es “padre de ustedes”; incluyéndonos, Jesús nos enseña a relacionarnos en torno a un “Padre común”.
Jesús integra, lleva e invita a la humanidad hacia su Padre. No se trata de una relación cerrada. Consecuentemente, de muchos hijos surge la comunidad de hermanos. El Padrenuestro es la oración que evidencia un perfil fraterno que cura la indiferencia promoviendo lazos afectivos. Tener un Padre común es una realidad contraria al individualismo, egoísmo, y la exclusión. Podemos decir que esta verdad de fe lleva a la comunión con todos, a un mismo nivel de igualdad y dignidad.
2. En el Hijo: una comunidad fraterna
Dijo una santa de la Iglesia: “Es más fácil contemplar a Dios en una rosa, que contemplarlo en un hermano, porque la rosa no tiene boca, no ofende”.
Sin embargo, no hay vida en santidad sin la gracia de contemplar el rostro del Señor en los hermanos y hermanas. Él Es en cada ser humano, especialmente en los que sufren. De ahí que quien desee Encontrarlo ha de tener experiencia de encuentros simultáneos, entre sus semejantes. Desde esta perspectiva son acogidas las palabras en Mateo 25,40: “‘Les aseguro que cuanto lo hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron”.
El Jesús histórico ofrece valiosos y exigentes criterios de convivencia fraterna, entre ellos destacamos: no juzgar (Mt 7,1). Se propone decirnos que, en una comunidad de hermanos, quien se dispone a mirar la brizna en el ojo ajeno, no repara la viga en el propio; hecho que permite al mal entrar y entorpecer las relaciones fraternas. En este sentido, también se destaca la regla de oro vinculada a tratar a los demás como nos gustaría ser tratados (Mt 7,12).
Jesús orienta, con detalles, sobre la necesidad del perdón para la convivencia real y fructífera. Exhorta a la corrección fraterna cuando alguien comete alguna falta. En Mt 18,15 hay un protocolo a seguir para amar en santidad y justicia. Todo parece indicar que es conocida la debilidad humana, y por tal motivo se testifica la cantidad de veces que se debe perdonar “setenta veces siete” (Mt 18,21). Parafraseando las palabras del Papa Francisco, “Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros quienes nos cansamos de pedir perdón” (EG, n.3). En las relaciones fraternas, conforme a los fundamentos cristianos, hay que “sacudir el polvo” con frecuencia, pues al caminar se pega obligatoriamente.
Entre las enseñanzas del Maestro se distingue la siguiente: “El que quiera llegar a ser grande, debe hacerse servidor de todos, y el que desee ser el primero deberá ser el último” (Mt 20, 26). Todo indica que el servicio es fruto del amor; un amor que une al Padre, al Hijo, y a los hermanos, en el mismo Espíritu. El amor a Dios, solo Jesús lo equipara al amor del que está próximo (Mt 22,37). El amor incondicional queda reflejado en la disposición que Jesús promueve para lavarse los pies unos a otros como Él mismo lo hizo, dando ejemplo (Jn 13,8). Los reflejos del amor consiste en desgastarse por los demás sin reservar la vida, y renunciando a las superfluas comodidades (Lc 9,24).
La hermosa imagen de la Vid ilustra la unidad comunitaria en torno a la cual se llama a permanecer (Jn 15,4). Estando adheridos al tronco, que es el mismo Jesús, los vínculos fraternos se alimentarán de la sabia misericordiosa y, consecuentemente, los hermanos y las hermanas serán misericordiosos, como el Padre lo es (Lc 6,36). Es así como Él mismo se conmueve y turba ante la muerte de un amigo (Jn 11,33); pero dejando claro que la última respuesta nacida de las entrañas de Dios gira en torno a la fiesta de resurrección.
Jesús ofrece un criterio fundamental que abala la pertenencia a la comunidad fraterna: escuchar la Palabra y practicarla (Lc 8,21). Quiere decir que “la fraternidad cristiana está siempre por delante de los lazos biológicos”.
3. En el Espíritu: fraternidad alimentada por el amor
Las enseñanzas de Jesús se mantendrán vigentes, con gran fervor, en las primeras comunidades cristianas. En los Hechos se testifica que veían como realidad y utopía tener un solo corazón y un solo espíritu, donde nadie consideraba propios sus bienes, sino que tenían todo en común (Hch 4, 33; 1P 1,22).
El mundo afectivo fue nota importante en el fervor de las primeras comunidades cristianas. Pablo, en su carta a los Romanos recomienda ser afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra sugiere darse preferencia mutuamente (Rm 12,10). Recomienda que cada uno estime a los demás como superiores (Fil 2,3). Un indicador para saber si una comunidad ha pasado de la muerte a la vida es el amor entre sus miembros (2 Pe 1,7; 1Jn 3,14); testimoniarlo atrae a nuevos cristianos (Hch 4,32-37), es garantía para que el mundo crea (Jn 17,21). Se trata de relaciones integradoras, porque si se ama a quien corresponde, el mérito se diluye (Lc 6,32).
La comunidad apostólica, vivificada e inspirada en el Espíritu, sigue animando constantemente las relaciones fraternas para garantizar la tarea asumida en el Proyecto de Jesús: “Ámense con afecto fraterno, rivalizando en la estima recíproca” (Rm 12,10); “tengan los mismos sentimientos los unos para con los otros” (Rm 12,16); “acójanse como Cristo los acogió” (Rm 15,7); “corríjanse mutuamente” (Rm 15,14). “Respétense los unos a los otros” (1 Cor 11,33); “por medio de la caridad pónganse los unos al servicio de los otros” (Gal 5,13); “confróntese mutuamente” (1 Tes 5,11); “sobrellévense con amor” (Ef 4,2); “sean benévolos y misericordiosos, perdonándose mutuamente” (Ef 4,32); “sométanse en el temor de Cristo” (Ef 5,21); “oren los unos por los otros” (Sant 5,16); “trátense con humildad” (1 Pe 5,5); “estén en comunión” (1 Jn 1,7); “no nos cansemos de hacer el bien a todos, principalmente a nuestros hermanos en la fe” (Gal 6,9-10).1
La fraternidad está soportada en la acción del Espíritu renovador y creativo. Es él quien da la sabiduría para identificar, comprender, acoger y ejecutar la voluntad de Dios, quien une para un propósito. Es él quien unifica, y dinamiza para buscar la verdad constantemente en un horizonte inspirador. Es él quien hace los hijos y las hijas de Dios.
Consideraciones finales
La convivencia es uno de los grandes tesoros del que puede gozar la creación.
Al mismo tiempo, puede decirse, que la vida fraterna entre seres humanos es el espacio perfecto para la purificación, pues supone morir a si mismo constantemente, también ganarse mutuamente para Cristo. Es una aventura fecunda el desafío de vivir bien para el bien de los demás, para la significativa tarea de encaminar la creación hacia Dios, y que sea salvada de manera integral.
La armonía de la Santa Trinidad es el modelo fecundo donde se inspira y encuentra su fuente la fraternidad cristiana. Ella no está junta por estar, sino que sale de sí misma, integra, acoge, santifica, sin perder su esencia.
Que el contacto contemplativo de las raíces cristiano-fraternas nos ejerciten para ser cada vez más humanos y más hermanos/as, referencia imprescindible para que el mundo crea.
Comentario entre todos de lo que hemos comprendido de este texto. Hagamos un momento de oración a partir de este texto.
Tercer Momento:
Contenido de la Semana de la Fraternidad
En este momento demos una mirada general al contenido de esta Semana de la Fraternidad estudiando lo que corresponde a cada día. Fijémonos que les presentamos los diferentes componentes:
• El Tema: sobre el que se reflexionará ese día de la Novena.
• Rostros: a quienes se dedica la Novena y con quienes queremos vivir la fraternidad.
• Palabra: el texto bíblico del día seguido de un comentario sobre el mismo para profundizar.
• El símbolo que nos ayudará a orar.
• Las acciones fraternas con las que deseamos mostrar y vivir la fraternidad al día siguiente de la Novena.
1 Cf.: Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, n.26. Roma, 2 de febrero de 1994.
Cuarto Momento: Logística de la Semana de la Fraternidad
Es importante que tengamos en cuenta que la Semana de la Fraternidad es para realizarla en cada Sector, no sólo en el Centro Parroquial. Aunque sean pocos los que participen en el Sector lo importante es que la gente se entere, oiga y despierte una opinión favorable o desfavorable. Se busca que todos se interesen por la fraternidad.
Cada día de la Novena exige una preparación teniendo en cuenta lo que se detalla para cada día en la Novena. Es importante fijarse en lo que se propone en las Orientaciones para este Día.
Es importante organizar la entronización de la Imagen de la Virgen cada día en un lugar bien dispuesto para Ella. A partir del Segundo Día se llevará en procesión a la otra casa del Sector, ya que siempre se quedará en la casa donde se hizo la Novena.
Recordemos que la idea es que busquemos 9 casas en diferentes puntos del Sector para que a todos alcance el pregón del Señor y de su Madre.
Luego se sigue el esquema de cada día como se detalla a continuación. Siempre es bueno terminar con un rato alegre y donde se pueda se tiene un brindis. Se trata de que esta Novena de Enero 18 se vuelva una FIESTA DE LA FRATERNIDAD. Veamos juntos el esquema de cada día:
Orientaciones para este Día
Entronización de la Imagen / Motivación / Oración inicial
Lectura de la Palabra / Compartir la Palabra / Mensaje de hoy
Oración con el símbolo / Compromiso comunitario: Oración final y avisos
Cantos alegres a la Virgen / Brindis
El dia 21, Solemnidad de Nuestra Señora de la Altagracia, es el Día grande de la FRATERNIDAD PARROQUIAL. Por eso les proponemos:
• Una procesión desde los sectores a la Iglesia Parroquial
• Celebración de la Eucaristía
• Vivamos la alegría de la fraternidad: con un tiempo festivo en el que se compartan cantos, salves, comida…
QUINTO MOMENTO: PROGRAMACION SECTORIAL
Con todos estos detalles de la Semana de la Fraternidad organizamos el
programa a vivir en nuestros Sectores indicando;
• los responsables de cada día,
• lugar de celebración de cada día
• equipo de animación de cantos, del momento final
• convocatoria al Sector.
Segunda Parte:
Realización de la Semana de la Fraternidad en la Novena de Nuestra Señora de La Altagracia
Primer día / Viernes 12
Creados para ser hermanos / Dedicado a los niños
1. Orientaciones para este día
Este primer día está dedicado a todos los niños y niñas de la comunidad, destacando en ellos su capacidad natural para hacer fraternidad y amistad por encima de toda situación o condición en las que muchos adultos suelen reparar para relacionarse con otros. Prever la procesión que se tendrá con los niños y el cuadro de la virgen llevado por ellos al final de la novena, así como el brindis al concluir el recorrido.
2. Entronización de la imagen
En el lugar del encuentro, se prepara un altar con manteles limpios. Puede ser una mesita adornada con flores, una vela o velón encendido. Se forman un círculo alrededor de la imagen con los niños haciendo un círculo en torno a la Virgen. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. (Se trae en procesión la Virgen con cantos marianos).
3. Motivación
En este día recordamos el sueño de Dios para toda la humanidad desde la creación del mundo: “Creados para ser hermanos”. Es designio divino vemos que es un don de naturaleza, propio de ser gente, de ser persona, porque en nuestros niños se realiza ese deseo de Dios. Ellos no se guían por estereotipos o prejuicios para relacionarse, sino que siguen su instinto natural de buscarse entre los niños para hacer amistad, para jugar, hablar, estudiar, o simplemente racionarse.
4. Oración inicial
Madre, tú has querido quedarte en nuestro pueblo para hacerte nuestra madre y hacer de todos nosotros un pueblo de hermanos. Haz que como niños busquemos la amistad con todos y procuremos siempre tu maternal protección. Amén.
5. Lectura de la Palabra: Efesios 1, 3-14
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado. En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra. A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo. En él también ustedes, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de su salvación, y creído también en él, fueron sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, que es prenda de nuestra herencia, para redención del Pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria.” Palabra de Dios.
6. Compartir la Palabra
¿Qué expresión de esta palabra que hemos escuchado me llama más la atención y por qué? ¿Qué es lo más grande que Dios nos permite ser a nosotros? ¿Si todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre, cómo tiene que ser nuestro trato?
7. Mensaje de hoy
Dios nos ha creado para nuestro bien y felicidad, y esa felicidad está en Dios que nos da su Espíritu por Jesús para que vivamos como hermanos. La vida es siempre al lado de los otros, en amistad y cercanía con todos. La humanidad es fraternidad, es trato amable, amor y bondad con todos. Porque Dios a todos nos ha hecho buenos, con la capacidad para amistad.
Aprendamos de los niños que naturalmente se acercan a todos sin ningún prejuicio, porque su inocencia no conoce otra cosa que la bondad y el deseo de conocer más personas para hacerlas amigas. Por algo nos ha dicho Jesús que el reino de los cielos es de los que son como niños (Mt 19,14).
8. Oración con el símbolo: Contemplar al Niño Jesús del cuadro de la Altagracia.
Ahora contemplemos a Jesús, el niño en cuadro de Nuestra Señora de La Altagracia. Fijémonos en Él, porque Jesús es el rostro de la nueva humanidad, tratemos de vernos a nosotros mismos en su rostro. Detengámonos en su mirada serena y llena de bondad.
9. Compromiso comunitario:
Desfile con los niños con la imagen de la Virgen. / Los niños visitan algunas familias. / Visitas con la Imagen a las Escuelas de Primaria o a casas de los niños. / Participación de los niños.
10. Oración final y avisos:
Se canta el Magnificat concluyendo con el Padre nuestro y el ave María.
11. Cantos alegres a la Virgen
Se sale en procesión con los niños llevando la imagen de La Altagracia por el sector.
12. Brindis