¿Dónde está tu hermano? / Pastoral Social, Salud, Penitenciaria
1. Orientaciones para este Día
Este día está dedicado a la pastoral social, de la salud y penitenciaria para destacar precisamente la obligación que todos tenemos de velar por otros y sus necesidades.
Colocar una caja para recibir alimentos y medicinas. Prever imágenes de rostro sufriente para ponerlos junto al cuadro de la virgen.
2. Entronización de la Imagen de la Altagracia
En el lugar del encuentro, se prepara un altar con manteles limpios. Puede ser una mesita adornada con flores, una vela o velón encendido. Se forman un círculo alrededor de la imagen con los coordinadores de los distintos grupos. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. (Se trae en procesión el cuadro de La Altagracia con flores, luces y cantos).
3. Motivación
Este quinto día de nuestra novena en honor de nuestra madre, el Señor nos hace la misma pregunta que hizo Dios a Caín ¿Dónde está tu hermano? La respuesta de Caín fue la negación precisamente de su misión frente a su hermano Abel, la de ser su guardián, su protector. Eso es lo que Dios nos invita a ser unos para otros guardianes, vigilantes, para socorrer, ayudar y servir a nuestros hermanos, como hizo nuestra Madre la Virgen María en la boda de Caná de Galilea.
4. Oración inicial
¡Oh Madre! Que en la cruz tu Hijo nos hizo hijos e hijas tuyos, y puso de manifiesto la obligación familiar de velar unos por otros, que las palabras de Jesús, Madre he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre, nos recuerden el precepto sagrado y fraterno de amarnos unos a otros y de custodiar la vida y el bien de nuestros hermanos. Amén.
5. Lectura de la Palabra: Génesis 4, 1-16
Conoció Adán a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un varón con el favor de Yahveh.» Volvió a dar a luz, y tuvo a Abel su hermano. Fue Abel pastor de ovejas y Caín labrador. Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo. También Abel hizo una oblación de los primogénitos de su rebaño, y de la grasa de los mismos. Yahveh miró propicio a Abel y su oblación, mas no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro. Yahveh dijo a Caín: «¿Por qué andas irritado, y por qué se ha abatido tu rostro? ¿No es cierto que si obras bien podrás alzarlo? Mas, si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar.» Caín, dijo a su hermano Abel: «Vamos afuera.»
Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató. Yahveh dijo a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel? Contestó: «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?» Replicó Yahveh: «¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo.
Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Aunque labres el suelo, no te dará más su fruto. Vagabundo y errante serás en la tierra.» Entonces dijo Caín a Yahveh: «Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Es decir que hoy me echas de este suelo y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará.»
Le respondió Yahveh: «Al contrario, quienquiera que matare a Caín, lo pagará siete veces.» Y Yahveh puso una señal a Caín para que nadie que le encontrase le atacara. Caín salió de la presencia de Yahveh, y se estableció en el país de Nod, al oriente de Edén.” Palabra de Dios.
6. Compartir la Palabra
¿Qué personas intervienen en este pasaje de Escritura?, ¿Qué expresión te llama más la atención? ¿Qué crees tú que es lo que provoca la violencia hoy entre las personas? ¿Cuál parece ser la dificultad que había entre Caín y su hermano Abel?
7. Mensaje de hoy. Escuchemos la enseñanza sobre la fraternidad que nos habla el papa Francisco a propósito del pasaje de Caín y Abel: Para comprender mejor esta vocación del hombre a la fraternidad, para conocer más adecuadamente los obstáculos que se interponen en su realización y descubrir los caminos para superarlos, es fundamental dejarse guiar por el conocimiento del designio de Dios, que nos presenta luminosamente la Sagrada Escritura.
Según el relato de los orígenes, todos los hombres proceden de unos padres comunes, de Adán y Eva, pareja creada por Dios a su imagen y semejanza (cf. Gn 1,26), de los cuales nacen Caín y Abel. En la historia de la primera familia leemos la génesis de la sociedad, la evolución de las relaciones entre las personas y los pueblos.
Abel es pastor, Caín es labrador. Su identidad profunda y, a la vez, su vocación, es ser hermanos, en la diversidad de su actividad y cultura, de su modo de relacionarse con Dios y con la creación. Pero el asesinato de Abel por parte de Caín deja constancia trágicamente del rechazo radical de la vocación a ser hermanos. Su historia (cf. Gn 4,1-16) pone en evidencia la dificultad de la tarea a la que están llamados todos los hombres, vivir unidos, preocupándose los unos de los otros. Caín, al no aceptar la predilección de Dios por Abel, que le ofrecía lo mejor de su rebaño “el Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, pero no se fijó en Caín ni en su ofrenda” (Gn 4,4-5), mata a Abel por envidia. De esta manera, se niega a reconocerlo como hermano, a relacionarse positivamente con él, a vivir ante Dios asumiendo sus responsabilidades de cuidar y proteger al otro. A la pregunta “¿Dónde está tu hermano?”, con la que Dios interpela a Caín pidiéndole cuentas por lo que ha hecho, él responde: “No lo sé; ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?” (Gn 4,9). Después nos dice el Génesis:
“Caín salió de la presencia del Señor” (4,16). Hemos de preguntarnos por los motivos profundos que han llevado a Caín a dejar de lado el vínculo de fraternidad y, junto con él, el vínculo de reciprocidad y de comunión que lo unía a su hermano Abel. Dios mismo denuncia y recrimina a Caín su connivencia con el mal: “El pecado acecha a la puerta” (Gn 4,7).
No obstante, Caín no lucha contra el mal y decide igualmente alzar la mano “contra su hermano Abel” (Gn 4,8), rechazando el proyecto de Dios. Frustra así su vocación originaria de ser hijo de Dios y a vivir la fraternidad.
El relato de Caín y Abel nos enseña que la humanidad lleva inscrita en sí una vocación a la fraternidad, pero también la dramática posibilidad de su traición. Da testimonio de ello el egoísmo cotidiano, que está en el fondo de tantas guerras e injusticias: muchos hombres y mujeres mueren a manos de hermanos y hermanas que no saben reconocerse como tales, es decir, como seres hechos para la reciprocidad, para la comunión y para el don. Papa Francisco, Jornada Mundial de Oración por la Paz, 2014, 3).
8. Oración con el símbolo: Retratos de rostros sufrientes que se van uniendo.
En este momento se van uniendo rostros sufrientes en torno al cuadro de La Altagracia. Mientras se van colocando se pueden hacer súplicas por los rostros que se van mostrando y poniendo.
9. Compromiso comunitario:
Colecta de alimentos y medicinas para los enfermos / Visita con la Imagen de la Virgen a los enfermos. / Hacer una lista de los más necesitados del Barrio. / Llevar la comida a un necesitado.
10. Oración final y avisos
Se canta el Magnificat y se reza el padre nuestro y el Ave María.
11. Cantos alegres a la Virgen
12. Brindis