Este 31 de enero celebramos el 132 aniversario de la muerte de Don Juan Bosco y de la vigencia de su mensaje para el mundo de hoy. “No con golpes, sino con amor” fue el revolucionario método de enseñanza que puso en práctica por primera vez un Día de la Inmaculada de 1841 cuando al joven Bartolomé Garelli le preguntó si sabía silbar y se lo ganó para siempre con una avemaría. Ahí empezó, con el Sistema Preventivo.
Don Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo D’Asti, Turín. Sus padres, Francisco Bosco y Margarita Occhiena eran campesinos, muy pobres y cristianos. Margarita quedó viuda y con tres hijos.
Ya de niño, Juan Bosco destacó como trabajador, ágil, inteligente y con buena memoria. Estudió durante seis años en el Seminario de Chieri, preparándose para ser sacerdote. Consideró a San Francisco de Sales como modelo de los educadores y su modelo personal.
Para acompañar a los jóvenes en los oratorios y talleres Don Bosco plantea un nuevo sistema educativo: el Sistema Preventivo. Este sistema, revolucionario para su tiempo, resume la filosofía educativa de Juan Bosco en tres palabras: Razón, Religión y Amor. Para él es imposible educar a un joven por medio de la razón, si no se lo ama, se entiende sus problemas y se lo apoya a resolverlos, con la ayuda y la gracia de Dios.
La familia salesiana
Don Bosco fundó la Congregación Salesiana, las Hijas de María Auxiliadora y a los Cooperadores salesianos. La familia salesiana, afirma el P. Alberto López SDB tiene más de treinta grupos y unos 400,000 miembros. También, Don Bosco es el patrón de Panamá y el patrón de la agricultura en Argentina.
La juventud. Centro de la misión
El P. López subrayó que los destinatarios principales son los jóvenes y recordó la máxima del santo fundador: “me basta que sean jóvenes para amarlos” que les anima en su misión como congregación: “Los salesianos seguimos poniendo al joven en el centro de la vida y de la educación, para destacar sus potencialidades. Don Bosco decía que no hay jóvenes malos, sino jóvenes a los que nadie les ha destacado lo bueno que pueden ser. Descubrir esa bondad, esa llave que abra sus corazones y abrirle a la esperanza es el mensaje que los salesianos siguen comunicando 132 años después de la muerte de don Bosco”.
El sacerdote salesiano subrayó la importancia de la educación como un elemento para posibilitar la transformación de la sociedad: “Hay que educar sobre todo en la generosidad”, insistió.
Recordó que el Papa habla de una aldea global de la educación y esto implica: poner a la persona en el centro, invertir las mejores energías en la creatividad y en la responsabilidad y, por último, poner a las personas al servicio de la comunidad. La generosidad es lo que da plenitud a la vida, y esto llevado al terreno educativo posibilita dejar un mundo mejor a las futuras generaciones.
Video – Vida de San Juan Bosco:
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Fuente: Vatican News