Este domingo 26 de abril, después de rezar el Regina Coeli, el Papa Francisco volvió a pedir que recemos el Santo Rosario en el mes de mayo para afrontar este tiempo de prueba. También pidió que mientras combatimos la pandemia de coronavirus, llevemos adelante el compromiso para prevenir y curar el paludismo, que amenaza a miles de millones de personas en muchos países.
Tras el rezo del Regina Coeli, el Santo Padre Francisco recordó que ayer, 25 de abril, fue el Día Mundial del Paludismo promovido por las Naciones Unidas, y pidió ir hacia delante en el compromiso para prevenir y curar el paludismo:
Mientras combatimos la pandemia de coronavirus, también debemos llevar adelante el compromiso para prevenir y curar el paludismo, que amenaza a miles de millones de personas en muchos países. Estoy cercano a todos los enfermos, a los que los curan y a los que trabajan para que cada persona tenga acceso a buenos servicios de salud básicos.
Siempre el Evangelio con nosotros
El Pontífice saludó en modo particular a los fieles de Polonia que hoy participan en la «Lectura Nacional de la Sagrada Escritura», e invitó una vez más a llevar siempre con nosotros el Evangelio, y a leerlo unos minutos, todos los días:
Se los he dicho muchas veces, y me decirlo una aún, cuán importante es tomar el hábito de leer el Evangelio, algunos minutos, todos los días. Llevémoslo en el bolsillo, en el bolso. Que siempre esté cerca de nosotros, incluso físicamente, y leer un poco todos los días.
Rezar el Rosario en mayo, María nos ayudará
Por último, hizo presente su invitación de ayer, realizada a través de una Carta dirigida a todos los fieles, a rezar el Rosario en el mes de mayo:
Dentro de unos días comenzará el mes de mayo, dedicado de manera especial a la Virgen María. Con una breve carta -publicada ayer- he invitado a todos los fieles a rezar el Santo Rosario este mes juntos, en familia o solos, y a rezar una de las dos oraciones que he puesto a disposición de todos. Nuestra Madre nos ayudará a enfrentar con más fe y esperanza el tiempo de prueba que estamos atravesando.
«Les deseo a todos un buen mes de mayo y un buen domingo – se despidió Francisco. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto».