El Papa Francisco envió una contribución económica a todas las familias de los miembros de un barco que se hundió cerca de Japón el pasado 2 de septiembre y que transportaba a 39 filipinos, 2 australianos y 2 neozelandeses.
Esta ayuda, que se realiza a través del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, se envía a las familias de la tripulación del buque M/V Gulf Livestock 1 que naufragó en el mar del Japón cerca de la isla de Amami Ōshima, después de experimentar una avería en el motor principal mientras estaba en curso el tifón Maysak.
El barco navegaba desde el puerto de Napier (Nueva Zelanda) hasta el de Jingtang, Tangshan (China).
Según informó en un comunicado el Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, “la ayuda económica, en colaboración con las nunciaturas apostólicas y las Stella Maris de Filipinas, Australia y Nueva Zelanda, se entregará personalmente a las familias de los desaparecidos y de los dos supervivientes, junto con un pequeño regalo personal del Papa Francisco, para mostrar su cercanía y solidaridad”.
Además, la nota vaticana indicó que “esta contribución va acompañada, desde los primeros días del naufragio, de un apoyo espiritual, psicológico y personalizado ofrecido a las familias filipinas por un equipo de profesionales, capellanes y hermanas de los Centros Stella Maris de esa nación”.
Tal apoyo, describe el Dicasterio, “se ha llevado a cabo hasta ahora mediante el uso de redes sociales y una plataforma digital” por causa de las restricciones de COVID-19 y “continuará durante varios meses”.
Por último, la nota vaticana subraya que esta iniciativa “se encomienda a María Estrella del Mar, protectora de los marinos, para que infunda valor y fortaleza a todos los familiares para afrontar el futuro sin incertidumbres sino con confianza y serenidad”.
Noticias relacionadas:
https://www.aica.org/noticia.php?id=44963