En el tradicional mensaje a los hindúes para la fiesta de Deepavali, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso recuerda, en la estela del Papa, que la solidaridad es el camino hacia un mundo post-pandémico.
Las sensibilidades religiosas pueden ser diferentes, pero frente al mal común de un virus global, tanto el cristianismo como el hinduismo «nos enseñan a permanecer positivos y esperanzados incluso en la adversidad». Es la convicción que el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot y monseñor Indunil Kodithuwakku Janakaratne Kankanamalage, respectivamente presidente y secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, expresan en el mensaje enviado como cada año a las comunidades hindúes para la fiesta de Deepavali.
Pandemia, el coraje de no desesperar
La reflexión que acompaña a los deseos para el 2020 se caracteriza obviamente por la situación planetaria causada por el Covid-19. La necesidad encontrada por los vértices del dicasterio vaticano es la de «alentar un espíritu positivo y la esperanza para el futuro, incluso frente a obstáculos aparentemente insuperables, desafíos socio-económicos, políticos y espirituales, y la ansiedad, la incertidumbre y el miedo generalizados». No se trata de una invitación ingenua al optimismo, porque se reconoce que, en un contexto de dramatismo y dolor, «incluso la esperanza y el sentido de positividad más audaces corren el riesgo de disiparse en las trágicas situaciones causadas por la actual pandemia», especialmente si se tienen en cuenta las «graves consecuencias» para la economía, la atención de la salud, la educación y las prácticas religiosas.
La bondad que habla de esperanza
Más bien, se lee en el mensaje, «nuestros esfuerzos en este sentido se basan en la convicción de que Dios, que nos creó y nos sostiene, no nos abandonará» y en la constatación de esos «cambios positivos» que incluso el coronavirus ha aportado a la vida social. «Las experiencias de sufrimiento y un sentido de responsabilidad mutua – señalan los firmantes del mensaje – han unido a nuestras comunidades en la solidaridad y la preocupación, en actos de bondad y compasión hacia los que sufren y los necesitados. Estos signos de solidaridad nos han hecho apreciar más profundamente la importancia de la coexistencia, el hecho de pertenecerse unos a otros y la necesidad que tenemos unos de otros para el bienestar de todos y para nuestra casa común».
«Cultura de la positividad»
El mensaje de buenos deseos para los hindúes recuerda el impulso del Papa para difundir el «contagio de la esperanza», recurriendo a los valores de las respectivas tradiciones religiosas «para construir una cultura de la positividad». «Que esta significativa fiesta – es el deseo – pueda disipar las nubes del miedo, la ansiedad y todo temor y colmar las mentes y los corazones con la luz de la amistad, la generosidad y la solidaridad».
Fuente.VaticanNews