En la vigilia de la memoria de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, el Papa Francisco sugirió una oración a los profesionales de la información para trabajar con honestidad en la búsqueda de la verdad.
“Señor, enséñanos a salir de nosotros mismos, y a encaminarnos hacia la búsqueda de la verdad. Enséñanos a ir y ver, enséñanos a escuchar, a no cultivar prejuicios, a no sacar conclusiones apresuradas. Enséñanos a ir allá donde nadie quiere ir, a tomarnos el tiempo para entender, a prestar atención a lo esencial, a no dejarnos distraer por lo superfluo, a distinguir la apariencia engañosa de la verdad. Danos la gracia de reconocer tus moradas en el mundo y la honestidad de contar lo que hemos visto”.
El Santo Padre propuso esta oración en su Mensaje para la 55ª Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales que se llevará a cabo el 16 de mayo de 2021, Solemnidad de la Ascensión del Señor.
El tema del Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2021 es: “Ven y lo verás. Comunicar encontrando a las personas donde están y como son” y se basa en el pasaje del Evangelio de San Juan (Jn 1,46) en el que Jesús invita a sus discípulos a seguirlo para “ir y ver”, para después anunciar la buena noticia.
“Deseo, por lo tanto, dedicar el Mensaje de este año a la llamada a ‘ir y ver’, como sugerencia para toda expresión comunicativa que quiera ser límpida y honesta: en la redacción de un periódico como en el mundo de la web, en la predicación ordinaria de la Iglesia como en la comunicación política o social”, dijo el Papa.
Además, el Santo Padre pidió a los periodistas trabajar para desenmascarar las noticias falsas.
“Todos somos responsables de la comunicación que hacemos, de las informaciones que damos, del control que juntos podemos ejercer sobre las noticias falsas, desenmascarándolas. Todos estamos llamados a ser testigos de la verdad: a ir, ver y compartir”, advirtió el Papa.
En esta línea, el Santo Padre citó al beato Manuel Lozano Garrido, periodista español conocido como “Lolo”, quien sugirió a sus compañeros periodistas: «abre pasmosamente tus ojos a lo que veas y deja que se te llene de sabia y frescura el cuenco de las manos, para que los otros puedan tocar ese milagro de la vida palpitante cuando te lean”.