Para celebrar esta importante iniciativa que este año lleva como título “Economía sin trata de personas”, se ha organizado una maratón de oración, que a causa de la pandemia se realizará de manera online y que contará con la emisión en directo de un mensaje del Papa Francisco.
El 8 de febrero, fiesta de Santa Josefina Bakhita (la religiosa sudanesa que de niña vivió la dramática experiencia de ser víctima del tráfico humano), la Iglesia celebra la VII Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas que este año lleva como título, “Economía sin trata de personas”.
Un lema vinculado con la encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti, «que aporta el marco propicio para sentar las bases de un sistema económico justo y sostenible, donde no haya lugar alguno para la trata de personas».
La trata es un problema de todos
En este contexto, la Iglesia en España reafirma su compromiso en la lucha por el respeto de los derechos humanos y de la dignidad de cada persona, que no puede ser tratada como mercancía de cambio.
«La trata de personas no es un fenómeno aislado, sino un problema de todos y de la sociedad», escribe el Episcopado español en su página web y añade:
“El agravio a la dignidad del ser humano y la violación de sus derechos fundamentales es un grito que clama al Dios de la vida, que escucha a sus hijos y les ofrece su auxilio y protección. Como Iglesia, estamos llamados a generar espacios de acogida y de encuentro para quienes son víctimas de la trata, de acompañamiento de procesos de recuperación y de inclusión”
Monseñor Elizalde: «Mujeres y niños, principal objetivo del tráfico»
Por su parte, Monseñor Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria y presidente de la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana en España, reflexiona sobre la importancia de unir fuerzas con el fin de combatir el tráfico humano: una lacra social que afecta especialmente a mujeres y niños en situación de vulnerabilidad.
«Trata de personas significa reclutar, trasladar, desplazar, ocultar o recibir personas, por medio de amenazas, uso de la fuerza u otras formas de coacción, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, así como el acto de dar o recibir cualquier tipo de retribución o beneficios con el fin de conseguir el consentimiento de una persona que tenga dominio sobre otra, con el propósito de explotarla», escribe Monseñor Elizalde en su mensaje publicado para la ocasión.
Igualmente, el prelado señala que el principal objetivo de este tráfico, son las mujeres y los niños, «sobre todo por su marginación», por su falta de recursos materiales y porque pertenecen, en mayor número, a los sectores sociales que son “invisibles”.
La pandemia ha generado «nuevas probrezas»
Aunque la trata también azota a personas que proceden de familias empobrecidas y con pequeños ingresos en las zonas rurales y urbanas marginadas, «especialmente las mujeres que se dedican a la agricultura a pequeña escala, la venta ambulante, las jornaleras, limpiadoras y otros trabajos y servicios no cualificados».
Un panorama desolador, el del tráfico humano a nivel mundial, que ha sido afectado por la actual pandemia del coronavirus, ya que ha generado «nuevas pobrezas» y por consiguiente, «diversas modalidades de trata».
El compromiso de la Iglesia ayudando a las víctimas
Asimismo, son numerosas las congregaciones religiosas y los proyectos del ámbito eclesial cuya misión es el acercamiento a los lugares en los que pueden encontrarse las posibles víctimas, así como su la atención en los recursos residenciales y centros de día, donde se les ofrece un acompañamiento integral de su proceso para facilitar su recuperación.
La Iglesia, por tanto, no es indiferente antes el dolor de las víctimas de la trata.
Una maratón virtual de oración
Y para celebrar la VII Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas, se ha organizado una maratón de oración que este año, a causa de la pandemia, se realizará de manera virtual y que contará con la emisión en directo de un mensaje del Papa Francisco.
Los encargados de organizar este evento son el Comité internacional de la Jornada mundial, coordinado por Talitha Kum, la Red de Vida Consagrada contra la Trata de Personas de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG), en colaboración con la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Caritas Internationalis, la Unión Mundial de Organizaciones de Mujeres Católicas, el Movimiento de los Focolares y muchas otras organizaciones comprometidas a nivel local.
Una maratón virtual de siete horas de oración, en cinco idiomas con testimonios y experiencias de las diferentes realidades que trabajan mundialmente contra la trata de personas. Sigue el evento en este canal oficial de YouTube.