El delegado de Educación de la Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL), Luis Fernando Klein S.J. dialoga con Vatican News para profundizar sobre la visión de la educación del Papa Francisco.
Luis Fernando Klein S.J. delegado de educación de la CPAL analiza la visión que el Papa Francisco tiene sobre la educación. El sacerdote jesuita plantea que su estudio se basa en siete documentos principales del pontificado de Francisco: las encíclicas Laudato si’ (24/05/15) y Fratelli tutti (10/03/20) y las exhortaciones apostólicas Evangelii Gaudium (24/11/13), Amoris Laetitia (19/03/16), Christus Vivit (25/03/16) y Querida Amazonia (03/02/20). No aparecen, en su encíclica Lumen Fidei y en la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, referencias explícitas a la educación. Se consideraron también 10 discursos y mensajes de audio del papa Francisco a varios auditorios.
¿Qué es la escuela para Francisco?
Klein afirma que, “examinando sus encíclicas, sus exhortaciones apostólicas y varios discursos y mensajes Francisco aparece ideando la escuela más allá de sus límites geográficos, de sus muros y sus paredes, la escuela no se permite reducir a estas limitaciones, ella nos rebasa para una realidad circundante, para el mundo, ofrece una propuesta educativa vitalicia, una visión más abarcadora de la escuela”.
¿Qué es la educación para Francisco?
El Delegado de Educación de la CPAL afirma que cuando Francisco se refiere a la educación, pone en evidencia tres aspectos: primero a la educación es un acto de amor porque es generadora de la vida y su pluridimensionalidad; educación arranca la persona de su mismidad, la ayuda familiarizarse con su interioridad, a ejercitar sus potencialidades, a abrirse la trascendencia.
Un acto de Esperanza que ayuda a romper ese círculo vicioso del escepticismo, de la increencia, de la cristalización de concepciones y actitudes contrarias a la dignidad del ser humano. Es interesante notar como reiterativa la recomendación de Francisco en diversos auditorios que no permitan que se le robe la esperanza.
En tercer lugar, la educación es un factor humanizador que ayuda a romper el individualismo, a apreciar las diferencias, no tolerar, apreciar las diferencias, a descubrir la fraternidad, a responsabilizarse por el medio ambiente.
¿Qué no es la educación para Francisco?
Francisco denuncia concepciones del proceso educativo que son incongruentes con la contemporaneidad, afirma Klein, quien insiste, el Papa “rechaza la hegemonía de los contenidos, desafortunadamente todavía presente en muchas escuelas”.
Klein subraya que otro elemento sobre el que Francisco insiste es la idea de una educación que se reduce a la transmisión de conceptos, que es propia de la Ilustración y que es preciso superar. “La educación no puede ser nominalista en el sentido de apenas transmitir nociones”, puntualiza el jesuita.
Por todas estas razones, el Papa denuncia enérgicamente un modelo educativo desactualizado e inocuo para la actualidad, ya sea en la hegemonía otorgada a los contenidos fragmentarios que propone, o en la pedagogía desconectada de la realidad que desconoce el valor de las experiencias, la diversidad y el diálogo, o en el diseño curricular que rechaza la formación multidimensional y la reflexión interdisciplinaria, ya sea en la defensa exclusiva de sus intereses, ajena a las necesidades de su entorno.
La educación crítica
En sus escritos principales, afirma Klein, el papa Francisco trata también la educación crítica (Evangelii Gaudium, n.64), la educación para la emotividad (Amoris Laetitia, n.148), la educación para la fraternidad (Id. N. 194) y la educación de la memoria (Id. n.193).
De igual manera, en la exhortación apostólica Querida Amazonía el Papa menciona a los pobres al referirse a la educación que se les debe ofrecer para desarrollar sus capacidades y empoderamiento. Debe ser una educación adecuada para cultivar sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir (n.28).
Ruptura del pacto Educativo
El sacerdote jesuita pone en evidencia que Francisco en Francisco menciona sólo una vez, en Amoris Laetitia, la ruptura del pacto educativo: Lamentablemente, se ha abierto una brecha entre familia y sociedad, entre familia y escuela; hoy se ha roto el pacto educativo y, por tanto, ha entrado en crisis la alianza educativa de la sociedad con la familia (n. 84).
Sin embargo, en varios discursos y video-mensajes, el Papa denunció que el pacto se rompió porque falta esta competencia social en educación14. Esto se debe a la selectividad impuesta a la educación, con la preferencia de los más dotados y la exclusión de los demás (Discurso en el Congreso Mundial ´Educar hoy y mañana. Una pasión que se renueva´, 21/11/15).
Es tan grave esta ruptura que no hay forma de coserla, ya que la educación se ha vuelto selectiva y elitista y los órganos de alianza – la sociedad, la familia, las instancias de la sociedad – han renunciado a su responsabilidad, volcándola sobre los educadores, muchas veces sobrecargado de trabajo y no reconocido (Discurso en la clausura del Congreso Mundial de Scholas Ocurrentes, 05/02/15).
Una educación abierta al contexto
El Papa, considera Klein, propone que la formación integral esté atenta al entorno, al contexto, a la realidad circundante para poder captar los desafíos que se presentan a la humanidad. Por eso, él pregunta a los educadores si son capaces de advertir a los alumnos que no se desconecten de la realidad que les rodea, que no desconsideren lo que sucede a su alrededor, porque es necesario sacarlos de clase, su mente tiene que dejar la clase, su corazón tiene que salir de clase (Discurso en el Encuentro con el mundo de la enseñanza. Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito, 07/07/15).
En la exhortación Christus Vivit, Francisco denomina escuelas y universidades ´en salida´ las que asumen la tarea de anuncio, de la cultura del encuentro, de la opción por los descartados (n.222).
El potencial transformador de la educación
La convicción fundamental del papa Francisco sobre la educación, insiste Klein, es su potencial transformador, tanto de las personas como del mundo. La falta o deficiencia de la oferta educativa ha llevado a la humanidad a perder el sentido de la fraternidad y el respeto por el medio ambiente, a confinarse en el egoísmo y practicar una cultura del descarte. Es una situación intolerable que urge revertir y, para esto, la educación es un factor liberador.
La restauración de la humanidad reconciliada consigo misma y con el planeta sólo será posible a través del servicio educativo que brindarán muchos actores: familia, gobierno, instancias de la sociedad. ¡Y esto es posible!
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