Muy buenos días mi familia.
“MEDITANDO LA PALABRA DE DIOS”
(Jn 15,1-8)
“El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante”.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca,
y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado;
permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»
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Permanezcan en mi amor. El que permanece en Mi y yo en Él, ese da muchos frutos.
Esa es la vida del discípulo: Permanecer unido al tronco y dar frutos. No se da frutos si no permanecemos en Él.
Bendiciones.
+ Mons. Francisco Ozoria A.