“Hacerse dueños del bien y del mal es una tentación. Es la trampa más peligrosa para el corazón humano”. Lo dice Francisco en la audiencia general en la que anuncia una nueva serie de catequesis dedicadas al tema de los vicios y las virtudes.
Vatican News
El Papa Francisco, en su última Audiencia General antes de concluir el 2023, anuncia un nuevo ciclo de catequesis. Los vicios y las virtudes es el tema que ocupará las próximas reflexiones del Santo Padre. El punto de partida para esta reflexión es precisamente el libro del Génesis donde se describe “la dinámica del mal y de la tentación” a través del encuentro de nuestros antepasados, Adán y Eva, con la serpiente, símbolo del mal. La serpiente es “un animal insidioso”, dice el Papa, puede camuflarse fácilmente y por eso es “peligrosa”.
Nadie es dueño del bien y del mal
Desde las primeras líneas, la serpiente se revela como “un dialéctico refinado” que consigue engañar a Adán y Eva diciéndoles que Dios les prohibió comer todos los frutos del jardín, mientras que la prohibición sólo se refería a los del árbol “de la ciencia del bien y del mal”. Francisco observa:
Esta prohibición no pretende inhibir al hombre del uso de la razón, como a veces se malinterpreta, sino que es una medida de sabiduría. Como si dijera: reconoce el límite, no te sientas dueño de todo, porque el orgullo es el principio de todos los males. Así, Dios pone a los progenitores como señores y guardianes de la creación, pero quiere preservarlos de la presunción de omnipotencia, de hacerse dueños del bien y del mal, que es una tentación. Una mala tentación incluso ahora. Es el escollo más peligroso para el corazón humano.