5 armas espirituales de un exorcista para combatir al diablo


El P. Cristian Meriggi, sacerdote exorcista de la Arquidiócesis de Florencia (Italia), comparte las cinco armas espirituales que usa y recomienda para combatir al diablo y su influencia.

Meriggi, exorcista desde hace casi 20 años y sacerdote desde hace 27, compartió sus recomendaciones en el sitio web de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), a la que pertenece desde 2006.

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El sacerdote agradece en su texto a su mentor, el P. Mario Boretti, al P. Francesco Bamonte, vicepresidente de la AIE; y al famoso P. Gabriele Amorth, exorcista de la Diócesis de Roma y cofundador de la AIE, fallecido en 2016 y que en vida hizo decenas de miles de exorcismos.

“Recuerdo la recomendación que me hizo Don Gabriele antes de despedirnos: ‘¡Recuerde, Don Cristian, que no servimos para nada!’”, señala el sacerdote italiano.

Meriggi también da gracias al Cardenal Ernesto Simoni, de 96 años, quien “ejercía el ministerio de exorcista incluso antes de que el régimen comunista ateo de Albania lo arrestara la noche de Navidad de 1963. Hoy también ejerce su precioso ministerio en Toscana”.

1. Adoración y comunión

El P. Meriggi, cuyo guía y maestro en los exorcismos fue el P. Boretti, recuerda algo que le decía este sacerdote ya fallecido: “Sin comunión no se puede curar”.

Por ello, resalta el sacerdote de 55 años, “es crucial una intensa vida sacramental, un amor a Cristo Eucarístico, porque la Eucaristía es el camino real hacia la curación y la liberación. ¡Adoración y comunión!”.

2. Confesión

El exorcista precisa también que es muy importante “vivir con constancia el sacramento de la confesión. Con ella encontramos la misericordia de Dios que no sólo ratifica el perdón de nuestros pecados, sino que con su gracia entra profundamente en las zonas más oscuras del alma donde nuestros pecados tienen sus raíces”.

3. Vida intensa de caridad

Otra arma espiritual importante en la lucha contra el demonio es “vivir, como dice San Pablo, en cuanto dependa de nosotros, en paz con todos. Una vida intensa de caridad donde no sólo pensamos en nuestras propias necesidades, sino también en las de los demás, rezando y trabajando por su bien. Busca y da el perdón”.

“Vivir todo, cada momento de nuestra vida, como un don, conscientes de que todo obra para el bien de los que aman a Dios, incluso los momentos más difíciles”, alienta el exorcista.

4. Devoción a la Virgen María y el Rosario

El P. Meriggi resalta asimismo que “es fundamental entonces alimentar una devoción fiel y amorosa a la Virgen María. Hagamos nuestra la oración de la Iglesia: además de la Santa Misa y la Liturgia de las Horas, también el Santo Rosario. Y luego la devoción a los santos y a las almas benditas del purgatorio”.

5. Uso de sacramentales

“Además de la vida sacramental, el uso de los sacramentales es de gran beneficio. Son como medicinas que, junto con los sacramentos, nos ayudan a llevar la gracia de Dios a todos los ámbitos de nuestra vida”, destaca el sacerdote italiano.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, los sacramentales “son signos sagrados con los que, imitando de alguna manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos por la intercesión de la Iglesia”.

Los sacramentales pueden ser los crucifijos, el agua bendita, las medallas y la sal bendita, entre otros.

El P. Meriggi destaca finalmente que “toda la vida de la Iglesia es medicinal, es camino de liberación, de sanación y de consuelo para resucitar en Cristo, para vivir nuestros días en el amor y en la paz, para alejar o expulsar de nuestra vida al enemigo y su influencia”.





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