Un centro educativo católico de Oklahoma City ya no podrá convertirse en la primera escuela religiosa charter de Estados Unidos debido a que la Corte Suprema se negó a tomar una decisión, dejando intacto el fallo de un tribunal inferior que prohíbe a la institución católica acceder a fondos estatales.
Una escuela charter es una institución con financiación pública y matrícula gratuita. Asimismo, sus administradores aceptan un nivel mayor de rendición de cuentas a cambio de más autonomía.
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En su fallo del jueves 22 de mayo, el alto tribunal informó que los votos de los jueces se dividieron en 4 a favor y 4 en contra sobre si permitir o no el lanzamiento de la Escuela Virtual Católica San Isidoro de Sevilla en el estado de Oklahoma.
El fallo mantiene vigente una orden de la Corte Suprema de Oklahoma que establecía que el uso de fondos públicos por parte de la escuela violaría las leyes estatales y federales.
“La sentencia es confirmada por un tribunal con un voto igualitario”, declaró la orden sin firmar.
La decisión per curiam señaló que la jueza Amy Coney Barrett “no participó en la consideración ni en la decisión” del caso. Barrett se había recusado por razones desconocidas, aunque probablemente se debió a sus vínculos con la Universidad de Notre Dame, cuya Clínica de Libertad Religiosa ayudó a la escuela católica en su solicitud ante la Corte Suprema.
El mes pasado, los jueces de tendencia conservadora del alto tribunal se mostraron favorables a la creación de la escuela, mientras que los jueces liberales fueron más escépticos ante la propuesta.
La cuestión era si la escuela charter católica violaría las leyes relativas a la separación Iglesia-Estado y el establecimiento de una religión financiada por el Estado. Las escuelas charter son instituciones privadas financiadas por el gobierno, al igual que las escuelas públicas.
El fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond, se opuso a la incorporación de la escuela, alegando que violaba las leyes federales y del estado. El fiscal se refirió a la institución como una “escuela religiosa establecida por el estado” y la describió como “repugnante a las leyes federales y de Oklahoma”. Alegó que Oklahoma podría verse obligada a subvencionar escuelas “islámicas radicales” si permitía a la institución católica acceder a fondos públicos.
Por su parte, la escuela contó con el respaldo de defensores de la libertad religiosa, así como de la Arquidiócesis de Oklahoma City y la Diócesis de Tulsa, ambas involucradas en su creación.
El mes pasado, el Arzobispo de Oklahoma City, Mons. Paul Coakley; y el Obispo de Tulsa, Mons. David Konderla, dijeron que “rezaban y esperaban una decisión que respete la libertad religiosa y el derecho de las familias de Oklahoma a tomar sus propias decisiones al seleccionar las mejores opciones educativas para sus hijos”.
Sin embargo, ante el fallo del jueves, los prelados declararon estar “decepcionados” por la confirmación de la sentencia de la Corte Suprema del estado de Oklahoma, sin explicación alguna.
“Mantenemos firmes nuestro compromiso de ofrecer una educación excepcional a las familias y estudiantes de todo el estado de Oklahoma”, declararon. “Y mantenemos nuestro compromiso con la libertad de elección de los padres en materia de educación, brindando igualdad de oportunidades a todos los que buscan opciones al decidir qué es lo mejor para sus hijos”.
Mientras tanto, la oficina del fiscal general Drummond declaró el jueves a CNA —agencia en inglés de EWTN News, empresa a la que pertenece ACI Prensa— que el fallo “representa una contundente victoria para la libertad religiosa y para los principios fundamentales que han guiado a nuestra nación desde su fundación”.
“Este fallo garantiza que los contribuyentes de Oklahoma no se vean obligados a financiar escuelas islámicas radicales, a la vez que protege el derecho religioso de las familias a elegir la escuela que deseen para sus hijos”, afirmó.
La escuela había recibido el respaldo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, que declaró ante la Corte Suprema el mes pasado que este tipo de centros ha “desempeñado durante mucho tiempo la función de educar a los estudiantes” del país y que la participación de San Isidore en el programa estatal “no la convertiría en un actor estatal”.
Se presentaron dos docenas de escritos amicus curiae ante la Corte Suprema en apoyo de la escuela charter católica, incluyendo los de la Procuraduría General de Estados Unidos y la Unión de Congregaciones Judías Ortodoxas de América.
Doce estados, entre ellos Ohio, Texas, Carolina del Sur y Kansas, también respaldaron a la escuela, argumentando en un escrito que tenían un interés imperioso en ampliar las oportunidades educativas para sus ciudadanos.
Traducida y adaptada por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.