El Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, agustino como el Papa León XIV, afirmó que el primer Papa estadounidense y peruano de la historia quiere “que las cosas en la Iglesia sean más claras”.
“Es un gran hombre, creador de puentes, dialogante, pero también con ese deseo de que las cosas en la Iglesia sean más claras. Esto es importante. Él siempre lo ha dicho, todo agustiniano tiene que vivir esta realidad, es el sentir con la Iglesia, trabajar allí donde la Iglesia lo necesita”, dijo el prelado panameño en entrevista con Vatican News el 21 de mayo.
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Mons. Ulloa conoce al Papa León desde hace más de 30 años. Con él trabajó en la renovación de la Orden Agustina, siendo el Pontífice prior general. “Por eso yo, desde la perspectiva no sólo agustina sino también de la Iglesia Latinoamericana, creo que tenemos que escuchar lo que el Espíritu nos dice, el compromiso que la Orden de San Agustín tiene para cada uno, para reformarse y renovarse”, agregó.
El Papa, cuando era prior general agustino, asistió a la ordenación episcopal de Mons. Ulloa en 2004, cuando fue nombrado Obispo Auxiliar de Panamá; también a su toma de posesión como Arzobispo de Panamá en 2010. Por su parte, Mons. Ulloa pudo asistir a la ordenación episcopal de Mons. Robert Prevost como Obispo de Chiclayo en 2014, y a su creación como cardenal en el Vaticano en 2023.
“Estoy convencido que el cambio empieza por nosotros los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos, y desde aquí ser una luz en medio de la oscuridad que pueda vivir el mundo”, resaltó el arzobispo panameño.
El Papa León XIV, continuó, “es un hombre metódico, no podemos olvidar que es matemático, canonista, pero con un corazón pastoral. Esas oportunidades que tuvimos hace muchos años, él tenía claro los conceptos y hacia dónde se tiene que ir. Y así sucederá con su pontificado”.
“También esperamos nuevos tiempos, pero también creo es importante la apertura a los nuevos cambios que el Papa León quiere presentar a la Iglesia universal”, agregó.
Una anécdota de 2004 con Robert Prevost
“Creo que una de las anécdotas personales que yo agradecí, fue cuando fui nombrado obispo auxiliar de Panamá el 17 de abril del 2004, él siendo (prior) general viajó, llegó a las cuatro de la tarde y se regresó a las nueve de la noche”, recordó el prelado.
“Era un viaje que tenía y se tomó el tiempo para hacer una pausa, y estar allí acompañando al hermano agustino en ese momento tan fundamental y de ese servicio que entonces la Iglesia me pedía en Panamá”, destacó.
Para concluir, Mons. Ulloa animó no sólo a rezar por el Papa León sino a colaborar con él “sobre todo con nuestra coherencia de vida”. “Que la gente, cuando se hable de América Latina pueda ver esa Iglesia sencilla, evangélica y sobre todo entregada a los demás”, concluyó.