Para muchas familias, el deseo de tener un hijo puede convertirse en un desafío. Dentro de la tradición católica, existen diversas advocaciones de la Virgen María y santos que, a lo largo de los siglos, han sido invocados por quienes anhelan la bendición de la maternidad o buscan protección para el bebé que esperan.
Virgen de la Dulce Espera
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Una de las advocaciones más populares es la Virgen de la Dulce Espera, también conocida como Virgen de la Esperanza, Virgen Encinta o Virgen de la O. Su representación es muy particular: María embarazada, con una mano sobre el vientre y la paloma que representa al Espíritu Santo sobre ella.
La devoción a esta advocación mariana tiene siglos de historia. Fue en el año 656, durante el décimo Concilio de Toledo (España), cuando se instituyó la fiesta de la Expectación del Parto, celebrada el 18 de diciembre, una semana antes de la Navidad.
Hoy, muchas mujeres embarazadas llevan consigo una medalla de la Virgen de la Dulce Espera como signo de esperanza.
Oración:
Bendita seas María, Virgen y Madre.
El Señor te llenó de gracia y alegría
en la Dulce Espera de Jesús.
Te rogamos por las mujeres,
por las parejas que desean el don de un hijo
y tienen problemas para concebir.
Ayúdalos en esta esperanza,
que pronto se vean bendecidos
con la gracia del deseado embarazo,
y dales tu dulce y amoroso apoyo
en el camino de la vida.
Santa Ana, madre de María
Madre de la Virgen María y abuela de Jesús, Santa Ana es una figura profundamente venerada por mujeres que desean concebir y por aquellas que esperan un parto sin complicaciones. Según la tradición, Santa Ana vivió largos años sin poder tener hijos hasta que, por gracia divina, dio a luz a María.
Por esa razón es considerada patrona de las mujeres estériles, embarazadas, o que recién dieron a luz.
Oración:
Oh Santa Ana, en honor al Padre Celestial, pido que me concedas mi mayor deseo: la gracia de ser madre.
Oh Gloriosa Santa Ana tú que tienes el don de la paz, de colaborar en los casos imposibles,
te pido humildemente que intercedas por mí en la colaboración y creación de un nuevo ser en mi vientre, producto de tu amor, de tu amparo y de tu voluntad divina.
Te pido, Santa Ana, que bendigas el cuerpo de mi ser amado y el mío, para que reine la armonía y la fertilidad irrumpa en mi cuerpo.
Te pido, Gloriosa Santa Ana, que me des la actitud y voluntad que necesito para que mi camino hacia la maternidad sea positivo, bajo el amor y la dulzura.
Dios te bendiga Santa Ana. Amén.
Arcángel Gabriel, el mensajero
El arcángel Gabriel ocupa un lugar especial en la Iglesia Católica por haber sido quien anunció a María la concepción de Jesús. Por ser portador de buenas noticias, muchas familias que desean concebir han acudido a su intercesión a lo largo de la historia.
Mientras que la Iglesia Católica celebra la Solemnidad de la Anunciación nueve meses antes de la Natividad del Señor, la fiesta del Arcángel se conmemora el 29 de septiembre.
Oración:
Querido Arcángel Gabriel, ven y envuélvenos con tus iluminados ángeles.
Te pido con humildad y agradecimiento que tu luminosa presencia
pueda concederme noticias bendecidas acerca de mi maternidad,
al igual que lo hiciste con nuestra amada virgen María.
Pido tu ayuda y de tus ángeles blancos para que podamos cumplir
con el sueño de ser padres,
y mi esposo y yo podamos concebir con amor
a nuestro tan esperado hijo.
Te damos las gracias porque estoy convencida
de que mi petición amada tiene una respuesta positiva tuya.
Amado arcángel Gabriel, irás siempre en nuestro corazón
y en el de nuestro futuro hijo
como una señal de nuestro agradecimiento. Amén.
Otras devociones
La Basílica de San Agustín, en Roma (Italia), es otro punto de devoción para las mujeres embarazadas. Allí se encuentra la escultura del siglo XVI conocida como la Madonna del Parto, obra de Jacopo Sansovino, ante la cual durante siglos las devotas han acudido para rezar por un parto seguro. En esa misma basílica hay una representación escultórica de Santa Ana junto a la Virgen y el Niño Jesús.
Entre las devociones a las que recurren quienes buscan el don de la maternidad destaca María, Madre del Amor Hermoso. También es venerada Santa Gianna Beretta Molla, médica italiana que ofreció su vida por su hijo no nacido. A ella se suman San Ramón Nonato, patrono de embarazadas y parturientas, y San Gerardo Majella, protector de mujeres en trabajo de parto.