Catholic Relief Services (CRS), agencia humanitaria internacional de la Iglesia Católica en Estados Unidos, está pidiendo a Israel que vuelva a permitir el acceso de sus equipos de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza palestina para entregar alimentos y otros suministros a los civiles.
Israel impuso un bloqueo total a la asistencia humanitaria en Gaza a principios de marzo, justo antes de lanzar nuevas ofensivas militares en el territorio. A partir de este mes, Israel comenzó a permitir cantidades limitadas de ayuda en Gaza, pero CRS y otras organizaciones humanitarias —así como las Naciones Unidas— han dicho que la ayuda limitada es insuficiente.
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“La prioridad de CRS es el bienestar de los civiles inocentes en Gaza, especialmente los vulnerables que continúan sufriendo más”, dijo la organización en un comunicado del 26 de mayo.
“Nuestros equipos sobre el terreno están listos para entregar asistencia humanitaria a través de modalidades apropiadas a los civiles necesitados en toda la Franja de Gaza”, añadió el comunicado. “Abogamos por un acceso humanitario sin trabas y la entrada de suministros humanitarios a gran escala. CRS está comprometida con nuestra independencia operativa, con la neutralidad e imparcialidad, y con la seguridad y dignidad de aquellos a quienes servimos”.
El comunicado hizo referencia al llamado del Papa León XIV para que las personas usen el diálogo para resolver problemas y promover el bien común. En su primera audiencia general, León XIV también dijo que la guerra es “cada vez es más preocupante y dolorosa” y pidió “que se permita una ayuda humanitaria digna” y el fin de las hostilidades, diciendo que el “precio desgarrador lo pagan los niños, los ancianos y las personas enfermas”.
El comunicado de CRS añadió que el grupo está “listo para discutir medidas adicionales apropiadas para garantizar la rendición de cuentas de la ayuda”, pero advirtió que “las personas inocentes en Gaza no pueden esperar” y que “los alimentos y otros suministros deben permitirse de inmediato a través de los mecanismos existentes”.
“CRS pide urgentemente el fin de la guerra, el regreso de los rehenes y la facilitación total de una respuesta humanitaria responsable en toda la Franja de Gaza”, continuó el comunicado.
Cindy McCain, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, dijo en el programa “Face the Nation” de CBS el domingo que la gente de Gaza “tiene una inseguridad alimentaria extrema y podría estar al borde de la hambruna” si incluso el bloqueo parcial continúa.
Según McCain, la ONU estaba ingresando unos 600 camiones de ayuda humanitaria a Gaza cada día durante el alto el fuego temporal, que se detuvo en marzo. Con Israel permitiendo la entrada limitada de ayuda este mes, dijo que la ONU sólo ha podido ingresar unos 100 camiones de ayuda al territorio diariamente.
“Necesitamos entrar, y necesitamos entrar a gran escala, no sólo unos pocos camiones en este momento; como dije, es una gota en el océano”, dijo McCain.
Preocupaciones sobre la Gaza Humanitarian Foundation
Como parte de su esfuerzo por reducir el bloqueo total a la ayuda humanitaria, Israel ahora permite que una organización respaldada por Estados Unidos e Israel, la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), entregue ayuda limitada a Gaza. Sin embargo, la ONU, CRS y otros grupos humanitarios no están trabajando actualmente con GHF y han expresado preocupaciones sobre sus operaciones.
“En el espíritu de diálogo, hemos buscado aprender más sobre los enfoques propuestos relacionados con [GHF]”, dice el comunicado de CRS. “Hemos tenido muchas preguntas fundamentales y prácticas sobre su propuesta que siguen sin respuesta. No hemos acordado trabajar ni colaborar con GHF”.
GHF anunció que comenzó a entregar ayuda a Gaza esta semana, pero no está claro cuánta ayuda ha proporcionado el grupo. Según la BBC, el grupo opera en cuatro sitios de distribución que están asegurados por contratistas estadounidenses y personal militar israelí para garantizar que la ayuda no llegue a manos de Hamás, que Israel y Estados Unidos clasifican como organización terrorista.
A principios de este mes, Dorothy Shea —embajadora interina de Estados Unidos ante la ONU— dijo que la GHF se estableció “para proporcionar un mecanismo seguro capaz de entregar ayuda directamente a quienes la necesitan sin que Hamás robe, saquee o utilice esta asistencia para sus propios fines”.
“Se han implementado salvaguardas para garantizar que los civiles palestinos en Gaza tengan acceso a la ayuda, evitando la desviación por parte de Hamás, la Yihad Islámica Palestina y organizaciones criminales, y asegurando que Israel pueda mantenerse seguro”, dijo Shea.
Sin embargo, Tom Fletcher —subsecretario general de la ONU para asuntos humanitarios y coordinador de ayuda de emergencia— dijo en una sesión informativa del consejo de seguridad de la ONU a principios de este mes que el plan israelí excluye a personas, fuerza el desplazamiento y expone a miles al peligro.
“Restringe la ayuda sólo a una parte de Gaza mientras deja otras necesidades urgentes sin atender”, dijo Fletcher. “Hace que la ayuda dependa de objetivos políticos y militares. Hace del hambre una moneda de cambio. Es un espectáculo cínico. Una distracción deliberada. Una cortina de humo para más violencia y desplazamiento”.
Jake Wood renunció a su puesto como director ejecutivo de GHF durante el fin de semana en medio de preocupaciones, diciendo: “No es posible implementar este plan y al mismo tiempo adherirse estrictamente a los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, que no abandonaré”.
Funcionarios de salud palestinos informaron esta semana que más de 54.000 personas han muerto en Gaza desde el inicio de la guerra a finales de 2023.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.