La llaman la Cruz Peregrina y desde el 29 de abril recorre por carretera y ríos la Diócesis colombiana de Tumaco, reavivando el fervor eucarístico en las parroquias gracias a que en su centro porta el Santísimo Sacramento.
En conversación con ACI Prensa, el P. Jimmy Angulo, director de la Pastoral Social de la Diócesis, explicó que la idea nació con el vicario de pastoral, el P. Fabián Gelpud, quien “con madera del lugar y con ebanistas de Tumaco, creó la Cruz Peregrina, pero le dio forma como de una custodia”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“Entonces, ella va recorriendo toda la geografía de la diócesis y va pasando por los pueblos, pero en las noches se van haciendo encuentros, eucaristías, noches de adoración, porque ella lleva en sí la Divina Eucaristía. Ella lleva la Eucaristía en el centro y entonces la cruz porta a Cristo hecho sacramento para bendecir a su pueblo”, añadió.
El sacerdote explicó que la idea de la Cruz Peregrina surgió en la planeación pastoral para el año 2025 y fue insertada para llevarse a cabo en el trimestre de abril a junio, dentro del Año Mariano.
Entonces, desde que salió de la Catedral de Tumaco el 29 de abril, la cruz ha recorrido por vía terrestre las parroquias de la parte alta del departamento de Nariño, que limita con Ecuador. De ahí ha bajado por el río Telembi.
Tumaco es una diócesis de misión en la costa del Pacífico y el objetivo es recorrer las 21 parroquias y 2 lugares de culto que existen. Los últimos son comunidades que jurídicamente aún no son parroquias, pero que ya tienen un sacerdote.
“La ciudad de Tumaco, donde queda la sede episcopal —indicó—, es una ciudad pequeña, más o menos 190 mil habitantes en promedio”, pero la diócesis como tal abarca también “ocho municipios más que quedan apostados en toda la esquina del Pacífico colombiano, en la frontera entre Colombia y Ecuador”.
“Olaya Herrera, El Charco, La Tola, Mosquera, Barbacoas, Maguí, Roberto Payán, Francisco Pizarro, son municipios que quedan entre el mar y los ríos de esta franja de la costa pacífica que integran la Diócesis de Tumaco”, explicó el P. Angulo.
Por ello, la Cruz Peregrina es transportada por los ríos y mar en lanchas y canoas, “en caravanas de una población a otra, porque toda la diócesis geográficamente es muy amplia, pero se conecta por los ríos y por el mar”.
El P. Angulo dijo que la población de Tumaco es “pobre en términos materiales, porque esto hace parte de toda la franja del Pacífico colombiano que prácticamente ha sido abandonado, destruido, con unas realidades de pobreza muy altas, partiendo del olvido estatal, que es histórico, pero también por las dificultades de conectividad, porque su geografía es muy amplia y es muy difícil conectar de un lugar a otro los pueblos que están dispersos entre el mar y la selva”.

La gente vive, sobre todo, de la agricultura, la pesca, pero también padece las consecuencias del narcotráfico, como la “presencia de grupos armados que hacen también mucho daño a la comunidad”.
Sin embargo, afirmó que “es un pueblo de mucha piedad popular” y, en ese sentido, es una cualidad que se busca conectar “con el misterio que es la Eucaristía” por medio de la peregrinación.
El sacerdote aseguró que al llegar a cada parroquia “se ha visto un fervor en cada una de las comunidades, se ha visto un despertar en la fe, en el deseo de peregrinar”.
La población de Tumaco es un 90% negra y es un pueblo para el que “significan mucho las peregrinaciones, las procesiones, tanto por tierra como por mar”.
“Entonces, hemos visto que el recorrido ha incentivado esa expresión de la piedad popular, porque de cada pueblo que va llevando la cruz peregrina, de cada parroquia que la toma y se la entrega a otra parroquia, se han ido gestando grandes procesiones, grandes movilidad de la población”, afirmó.
El sacerdote indicó que aún quedan pendientes las 9 parroquias de la zona urbana. Luego de ello, la peregrinación culminará con una Misa en la Catedral San Andrés de Tumaco el 30 de junio.