El Cardenal sudafricano Wilfrid Napier dijo esta semana que la Iglesia Católica puede liderar el proceso para ayudar a superar décadas de apartheid y divisiones raciales que continúan dominando la vida en su país.
En diálogo con Colm Flynn de EWTN News en Roma el 26 de mayo, el purpurado reconoció los efectos persistentes del apartheid, que durante décadas impuso una rígida segregación racial en Sudáfrica en favor de la minoría blanca del país.
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Aunque el sistema de segregación racial fue abolido en gran medida a principios de la década de 1990, “las estructuras del apartheid que se implementaron no pueden revertirse”, dijo Napier.
Los efectos continuos de las políticas racistas, señaló Napier, se manifiestan en la realidad de “iglesias de los barrios marginales, parroquias de los barrios marginales, y [luego] sus parroquias más de clase media y, a veces, de clase alta” en el país.
“Esa es la realidad en la que la Iglesia tiene que trabajar”, dijo, señalando que las “zonas muy desfavorecidas” consisten principalmente en ciudadanos negros, mientras que las zonas más acomodadas son más mixtas.
La Iglesia puede ayudar a “superar” estas circunstancias históricamente injustas, dijo, “asegurándose de que cuando tengamos reuniones diocesanas [y] estructuras diocesanas, incluyamos a personas de todos esos orígenes y las reunamos”.
Napier reflexionó sobre su participación en protestas años atrás y el miedo de que la policía pudiera abrir fuego contra él y sus compañeros manifestantes.
“Era tan serio como eso a veces”, dijo. “Porque decidimos como Iglesia [que] no podemos quedarnos al margen y simplemente rezar en nuestras iglesias. Tenemos que salir a las calles”.
Sudáfrica estuvo recientemente en las noticias cuando el presidente estadounidense Donald Trump, mientras recibía al presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, mostró imágenes en un mitin sudafricano en el que los participantes coreaban “Mata al bóer”.
Al ser consultado sobre tales cánticos y consignas en eventos políticos sudafricanos que llaman a la violencia y a la “revolución”, Napier dijo que el lema “Mata al bóer” era una “canción de protesta”.
“La base de esto era: el gobierno nos ha quitado nuestra tierra”, dijo. “Le han dado esta tierra a estos bóers, estos afrikáners, [y] no nos la devolverán… La recuperaremos”.
Admitiendo que el progreso en la nación, a menudo plagada de delitos, se ha estancado en los últimos años, el purpurado dijo que la Iglesia en Sudáfrica “dejó caer la pelota” al ceder gran parte del trabajo de reconciliación a los políticos.
Al ser preguntado por Flynn sobre el estado general de la Iglesia en Sudáfrica hoy, Napier dijo que la Iglesia Católica, si quiere tener “un impacto en la sociedad”, debe comenzar con “parroquias buenas y fuertes”.
“Si va a tener parroquias buenas y fuertes, necesita familias buenas y fuertes”, dijo. “Si va a conseguir nuevas familias buenas y fuertes, necesita matrimonios buenos y fuertes. Para lograr eso, debe tener una buena preparación matrimonial”.
“Creo que ese sería mi punto de partida al decir que si vamos a tener un impacto en la sociedad, tenemos que mirar de dónde obtiene realmente su fuerza la sociedad, y eso es de la familia, la comunidad de la familia”, dijo.
La entrevista completa de Flynn con Napier puede verse, en inglés, a continuación:
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.