Durante la 40.ª Asamblea General del CELAM en Río de Janeiro, el Cardenal Jaime Spengler invitó a los obispos a redescubrir su misión en comunión y esperanza, recordando los 70 años de camino en fidelidad al Evangelio y al clamor de los pobres.
Sor Elaine Castro Matheuz – Ciudad del Vaticano
Del 26 al 30 de mayo, obispos de toda América Latina y el Caribe participaron en Río de Janeiro en la 40.ª Asamblea General del CELAM, organizada para celebrar sus 70 años de existencia. Fue iniciada por la Eucaristía en la capilla del Colegio Sagrado Corazón de María, presidida por el arzobispo de Porto Alegre y presidente del CELAM, Cardenal Jaime Spengler.
La tristeza que engaña
Desde la lectura del Evangelio de Juan, el Cardenal Spengler habló sobre la tristeza de los discípulos ante la partida de Jesús, alertando sobre una “tristeza que nos engaña y nos lleva a buscar la alegría en lugares ajenos al Evangelio”. Señaló que esta inquietud puede conducir a olvidar el verdadero destino que es: volver al Padre. En el mensaje publicado por AND Celam, el Cardenal exhortó a los obispos a vivir el presente con compromiso por la vida, especialmente en favor de los más frágiles, sin caer en la desesperanza ni en una visión negativa del futuro.
La historia del CELAM y el camino recorrido
En su homilía, el Cardenal invitó a los obispos a cuestionarse: “¿A dónde vamos como Iglesia?” y los instó a construir un futuro eclesial guiado por el Evangelio, en fidelidad a los pobres y a la Casa Común. También, resaltó la importancia histórica del CELAM, que en estos 70 años ha sido un signo de comunión episcopal y discernimiento pastoral, naciendo como respuesta a las orientaciones del Concilio Vaticano II. Desde Medellín hasta Aparecida, las conferencias episcopales latinoamericanas han trazado caminos claros para la evangelización del continente, inspirando incluso a otras iglesias en el mundo. La pregunta central, reiteró el Cardenal, es: “¿A dónde vamos?” y la respuesta debe surgir iluminada por las enseñanzas del Concilio, del Sínodo y de Praedicate Evangelium.
Un camino de fidelidad y esperanza
El Cardenal Spengler concluyó su homilía invocando a la Virgen de Guadalupe, Madre de los pueblos latinoamericanos, quien sigue susurrando en sus corazones: “Hagan todo lo que mi Hijo les diga”. La memoria agradecida de los 70 años del CELAM se unió a la necesidad de seguir construyendo un futuro eclesial fundamentado en la esperanza y la fidelidad al Evangelio.
