“En tiempos difíciles, la Iglesia tiene la obligación de acompañar a todos, y sobre todo de un modo particular a los que andan más cascoteados por la vida”, fueron las palabras del Arzobispo de Córdoba (Argentina), Cardenal Ángel Sixto Rossi, al encabezar un abrazo simbólico a los hospitales ubicados en el Polo Sanitario de la ciudad, gesto de cercanía con los que sufren y quienes los cuidan.
Inspirada en el mensaje del Papa Francisco, quien afirmaba que “una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren”, y en el marco del Jubileo de la Esperanza, esta actividad buscó ser un gesto concreto de cercanía, compasión y ternura con quienes sufren pero también con quienes cuidan y sostienen.
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Para ello, miembros de la comunidad católica se dirigieron al corazón del sistema de salud de la ciudad de Córdoba, el Polo Sanitario, donde se ubican tres importantes hospitales.
Se trató de un “abrazo fraterno, solidario y sanador”, del que participó el Arzobispo de Córdoba, Cardenal Ángel Rossi, quien hizo una oración de bendición y dirigió palabras de cercanía y consuelo para los enfermos, familias y profesionales de la salud presentes en el lugar.
“En tiempos difíciles, la Iglesia tiene la obligación de acompañar a todos, y sobre todo de un modo particular a los que andan más cascoteados por la vida“, expresó el purpurado. Mientras tanto, en Buenos Aires, el personal de salud del Hospital Garrahan —uno de los centros médicos pediátricos más reconocidos de Latinoamérica— protestó en inmediaciones del Ministerio de Salud exigiendo mejoras salariales, en especial para los médicos residentes.
En simultáneo, y en comunión con el abrazo fraterno a los hospitales, referentes de pastoral de Córdoba asistieron a la convocatoria realizada en la Plaza San Martín, de la ciudad capital, para acompañar el reclamo de los trabajadores del área de discapacidad (profesionales de la salud, terapistas, transportistas, las propias personas con discapacidad y sus familiares) afectados por recortes en el sistema nacional de apoyo a la discapacidad, y por la desactualización de los valores de las prestaciones.
La marcha principal se realizó en la ciudad de Buenos Aires, donde organizaciones que trabajan con personas con discapacidad, familiares y prestadores de servicios marcharon al Congreso de la Nación, en reacción a un desfinanciamiento que arrastra años, pero que, aseguran, durante el último año se agudizó por directiva del actual gobierno nacional.
La marcha tuvo como propósito declarar la Emergencia Nacional en Discapacidad, que sería tratada la semana próxima en la Cámara de Diputados.
El vocero del arzobispo, P. Munir Bracco, llevó el saludo del Cardenal Rossi a quienes participaron de la convocatoria en Córdoba.
“El Arzobispo de Córdoba, la Vicaría de los Pobres, y las Pastorales Sociales acompañan a los hermanos y hermanas con discapacidad, a sus familias e instituciones quienes, durante este jueves, están levantando sus voces en reclamo de escucha y de reparación ante la violación y el olvido de sus derechos”, expresó el sacerdote, asegurando el compromiso de la Iglesia a rezar a Dios “para que calme el dolor, cure las heridas y repare las injusticias personales y sociales”.
“Queremos caminar junto a los más débiles, a los que sufren, a los excluidos, frágiles e indefensos”, sintetizó.