Pende de un hilo el acuerdo para un alto el fuego propuesto por Estados Unidos y aceptado por Israel, pero rechazado por el grupo islamista, que lo considera insatisfactorio por la falta de garantías sobre el fin definitivo del conflicto. También han enfriado la apertura los 22 nuevos asentamientos israelíes autorizados en Cisjordania.
Paola Simonetti – Ciudad del Vaticano
Una tregua de 60 días, la liberación de 10 rehenes aún con vida y la devolución de 18 cadáveres, con el compromiso israelí de liberar a 125 presos palestinos condenados a cadena perpetua, 1.111 ciudadanos de Gaza detenidos desde el inicio de la guerra y 180 cadáveres de palestinos retenidos por las autoridades israelíes. Estos son los puntos clave de la nueva propuesta de alto el fuego en la Franja presentada por Estados Unidos, que Israel ya ha aceptado, pero que Hamás ha rechazado, aunque ha dejado claro que seguirá evaluando las posibilidades. Lo que ha enfriado al grupo islamista es la falta de garantías de que la tregua sea permanente y de que exista la voluntad de continuar las conversaciones incluso más allá de los 60 días sin que Israel viole unilateralmente la tregua, como ocurrió la última vez en marzo.
Los nuevos asentamientos en Cisjordania
También ha agravado los ánimos la aprobación oficial por parte de Israel de otros 22 asentamientos en Cisjordania, considerados ilegales por la comunidad internacional, que incluyen nuevos asentamientos y la regularización de varios puestos avanzados no autorizados. Hamás ha calificado la operación como «un desafío flagrante a la voluntad internacional y una grave violación de las resoluciones de la ONU». El Reino Unido también ha condenado duramente a Israel, declarando que «los asentamientos son ilegales según el derecho internacional, ponen aún más en peligro la solución de dos Estados y no protegen a Israel». El portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, ha señalado que el secretario general, Antonio Guterres, ha «pedido repetidamente a Israel que cese toda actividad de los colonos en Cisjordania. Estos asentamientos —ha dicho— son ilegales y constituyen un obstáculo para la paz y el desarrollo económico y social».
Los ataques israelíes
Mientras tanto, continúa la ofensiva israelí en la Franja: según datos de Hamás, 44 personas han muerto en los ataques israelíes de las últimas horas, 23 de ellas en un ataque aéreo contra una vivienda en el campo de refugiados de Bureij. Las operaciones israelíes siguen afectando también a las instalaciones sanitarias: según fuentes locales, pacientes y personal médico han sido evacuados a la fuerza del hospital Al-Awda, el último que seguía operativo en el norte de la zona. Israel, por su parte, está de luto tras la muerte del pequeño Ravid Chaim, que sobrevivió hace dos semanas al asesinato de su madre, que lo llevaba en su vientre, asesinada por los disparos de un terrorista palestino en Cisjordania cuando estaba a punto de dar a luz.
