El Papa León XIV recibió este domingo 1 de junio a los corredores del Giro de Italia en su paso por el Vaticano, destacando su papel como modelo para las nuevas generaciones. Durante el encuentro, los ciclistas recibieron un mensaje de bendición y reflexión sobre la importancia de cuidar cuerpo y espíritu.
Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano
En un gesto lleno de cercanía y simbolismo, el Papa León XIV recibió este domingo 1 de junio de 2025 por la tarde a los ciclistas que participaron en la última etapa del Giro de Italia, quienes, durante su paso por la Ciudad del Vaticano, hicieron una pausa para saludar al Pontífice. La tranquilidad del recorrido, en contraste con la tensión habitual de la competencia, ofreció un momento único: una “carrera al revés”, en la que la verdadera victoria consistió en reducir la velocidad y detenerse brevemente para cruzar miradas con el Papa, quien, con una sonrisa y un gesto de bendición, acompañó a los ciclistas en su travesía.
La iniciativa tiene sus raíces en una idea que fue acogida por el difunto Papa Francisco, quien, en su tiempo, había querido acercar el Giro de Italia a la espiritualidad de la Ciudad Eterna. Este año, el Papa León XIV revivió la tradición con entusiasmo, brindando una cálida bienvenida a los ciclistas en un contexto de gran simbolismo.
“¡Buenos días a todos! ¡Bienvenidos al Vaticano!”, comenzó la alocución del Pontífice, quien, desde la Plaza de los Protomártires Romanos (junto a la sacristía de la Basílica de San Pedro), saludó calurosamente a los corredores que iban pasando con sus bicicletas. “Es un placer saludarles en esta última etapa del Giro de Italia. Espero que para cada uno de ustedes sea realmente un día maravilloso”, añadió, destacando no solo la competencia, sino también el significado más profundo de la cita: un momento simbólico que trasciende los límites del deporte.
León XIV aprovechó la ocasión para resaltar la importancia de los ciclistas como modelos para los jóvenes de todo el mundo. “Sepan que son un modelo para los jóvenes de todo el mundo. El Giro de Italia se ama profundamente, no solo en Italia, sino en muchos lugares. El ciclismo es muy importante, como lo es el deporte en general”, acotó el Obispo de Roma, aplaudiendo el espíritu de sacrificio y camaradería que caracteriza a los deportistas.
Enseguida, Prevost reflexionó sobre la necesidad de cuidar tanto el cuerpo como el espíritu, un mensaje que resonó con los ciclistas, que a diario entrenan para mantener su cuerpo en perfecto estado. “Gracias por todo lo que hacen, son verdaderos ejemplos. Y espero que, así como cuidan su cuerpo, también el espíritu sea siempre bendecido. Que estén siempre atentos al ser humano en su totalidad: cuerpo, mente, corazón y espíritu”, expresó, cerrando su mensaje con una bendición para todos los participantes: “Que Dios los bendiga”, finalizó, agregando unas palabras en inglés.