Ataque en EE.UU. deja 8 heridos: Arzobispo de Denver pide orar y poner fin al odio


El Arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, hizo un llamado urgente a la oración tras el atentado perpetrado el 1 de junio en Boulder, Colorado, que dejó a ocho miembros de la comunidad judía heridos, luego de que un atacante lanzara un artefacto incendiario.

En un comunicado difundido esa misma noche, el prelado expresó su pesar y denunció el odio que lo motivó: “Me entristece profundamente esta noche enterarme del ataque en Boulder, especialmente porque parece que nuestros hermanos y hermanas judíos fueron los objetivos. Este tipo de violencia debe terminar, ya que sólo alimenta el odio”.

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Además, Mons. Aquila exhortó a la comunidad a rezar por las víctimas: “Por favor, únanse a mí para orar por todos los afectados por este horrible ataque. Pedimos al Señor que traiga consuelo, sanación y paz ante tal odio”. “¡Que escuchemos la voz de Dios, que nos llama a amarnos los unos a los otros!”, acotó.

Por su parte, el director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Kash Patel, calificó lo ocurrido como un “ataque terrorista selectivo”, y aseguró que la agencia federal lo “viene investigando a fondo”.

Los hechos

De acuerdo a información del FBI, el ataque ocurrió el sábado 1 de junio a la 1:26 p. m. (hora local), cuando la Policía de Boulder recibió un reporte de agresión a un grupo de personas que participaban en un evento pacífico semanal en el centro comercial Pearl Street Mall.

Los agentes acudieron rápidamente al lugar y arrestaron al sospechoso identificado como Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, residente de El Paso. El sujeto fue trasladado a un hospital para una evaluación antes de ser ingresado en la cárcel del condado de Boulder por múltiples cargos.

Testigos relataron que el atacante usó un lanzallamas improvisado y arrojó un artefacto incendiario contra la multitud, mientras gritaba “¡Palestina libre!”.

Las autoridades informaron que ocho personas resultaron heridas —cuatro mujeres y cuatro hombres— con edades entre los 52 y 88 años, y fueron trasladadas a hospitales de Denver.

El FBI fue notificado por la Policía de Boulder pocos minutos después del ataque y está colaborando activamente en la investigación procesando la escena del crimen, entrevistando a testigos y recopilando pruebas.

“Nuestra fuerza como sociedad reside en nuestros valores compartidos y nuestro compromiso de protegernos mutuamente. Cualquier intento de dividirnos mediante el miedo o el daño no tiene cabida en Boulder, Colorado, ni en ningún lugar de nuestra nación”, declaró Mark Michalek, agente especial a cargo del FBI en Denver.

“Nos solidarizamos plenamente con las víctimas. Y seguiremos garantizando que se haga justicia con prontitud, que se brinde apoyo a las víctimas y a sus comunidades, y que se tomen medidas preventivas para proteger la seguridad de todos”, añadió.

El jefe de Policía de Boulder, Stephen Redfearn, también se pronunció tras el ataque:
“Lamentablemente, Boulder no es inmune a las tragedias, y sé que mucha gente está asustada ahora mismo y se pregunta cómo y por qué sucedió esto. Boulder ya se ha recuperado de actos de violencia y volveremos a recuperarnos”.

“Insto a esta comunidad a unirse. Ahora no es momento de divisiones”, agregó.

Finalmente, le aseguró a la comunidad de Boulder que la policía local tendrá “una mayor presencia en muchos eventos y lugares de la ciudad para garantizar la seguridad”.





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