En medio de la crisis humanitaria en Haití, los Salesianos, en colaboración con Rise Against Hunger, brindan alimentos y formación a la infancia más vulnerable, haciendo realidad su compromiso con la dignidad y el desarrollo integral en un contexto de pobreza extrema.
Sor Elaine Castro Matheuz – Ciudad del Vaticano
En un escenario marcado por la pobreza y la inseguridad, los misioneros salesianos continúan su misión de servir a los más necesitados, entregando no solo alimento sino también esperanza y crecimiento humano, especialmente a los jóvenes haitianos. La Agencia Fides informa que, gracias a la colaboración con la organización humanitaria Rise Against Hunger, más de 2.300 jóvenes en tres centros distribuidos por toda la isla reciben una comida saludable al día, fortaleciendo su cuerpo y su espíritu.
Centros de esperanza en medio de la pobreza
Los centros “Don Bosco Technique”, “Lakay Don Bosco” y la “Vincent Foundation” sirven en zonas donde la pobreza extrema es un reto diario. Particularmente, la Vincent Foundation, ubicada en el suburbio de Vertières en Cabo Haitiano, se presenta como un espacio de seguridad y alegría donde los jóvenes pueden jugar y socializar, programas fundamentales para su desarrollo integral. La mayoría de las familias haitianas no puede garantizar una alimentación regular y equilibrada, por lo que estos centros representan una bendición y un signo del amor de Dios activo en la justicia social.
Transformando vidas: el testimonio de Jeannot
Uno de los ejemplos que refleja el proyecto es la historia de Jeannot, un joven de 15 años que estudia en Lakay Don Bosco. Huérfano desde los cinco años, su vida estuvo marcada por la vulnerabilidad y la delincuencia antes de encontrarse con la comunidad salesiana. Gracias a su iniciación en programas de formación y a la atención alimentaria, Jeannot ha podido mejorar su destino, aspirando ahora a convertirse en mecánico.
“Antes era difícil enseñarles algo, porque una barriga hambrienta no tiene oídos”, comenta Lourdena Bien-Aime Pierre, encargada de la alimentación en Lakay Don Bosco, resaltando cómo la solidaridad y la atención pastoral son esenciales para que los niños puedan crecer en dignidad y esperanza.
Una Iglesia en salida que alimenta y acompaña
La presencia de los salesianos en Haití inicia en el año 1935, cuando llegaron en respuesta a una petición del gobierno para formar a la juventud haitiana. Desde entonces, su misión ha crecido significativamente: actualmente, gestionan 11 obras principales, incluyendo centros educativos y de formación, y más de 200 pequeños centros que buscan ser signos vivos del amor de Cristo en medio del sufrimiento.
En medio de una crisis que parece no tener fin, los Salesianos continúan sirviendo con amor pastoral, reforzando su compromiso de promover no solo la alimentación material sino también la formación integral, en un espíritu de comunión eclesial.