El Arzobispo de Toronto, el Cardenal Francis Leo, exhortó a los fieles canadienses a honrar al Sagrado Corazón de Jesús durante todo el mes de junio, en lugar de “usar símbolos que son contrarios a la revelación divina de Dios”.
“Este año la solemnidad del Sagrado Corazón se celebra el 27 de junio, aunque todo el mes está dedicado a esta devoción de larga data y muy apreciada en la Iglesia”, afirmó el cardenal en un comunicado.
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El mes de junio, explicó, es un tiempo para reflexionar sobre el “corazón amoroso, ardiente, sacrificado y vivificante de Jesús”, al que calificó como “uno de los símbolos más profundos y duraderos en la vida devocional católica”.
Para los católicos, los símbolos “nos ayudan a profundizar en la fe y a moldear nuestra vida de oración, sin mencionar la vida que llevamos y las decisiones que tomamos”, añadió. “Son como puentes que unen el mundo material y el espiritual, y nos revelan las verdades del Evangelio”.
El mes de junio también es conocido en muchas ciudades como el “Mes del Orgullo”, durante el cual miles de personas se reúnen para celebrar con desfiles y eventos a la comunidad “LGBTQ+”.
Ante ello, el Cardenal Leo llamó a los fieles a usar este mes símbolos “coherentes con nuestra fe católica y no tomados de foros ideológicos, promovidos por grupos de presión y respaldados por movimientos políticos”.
“Debemos honrar y respetar nuestras tradiciones y no comprometer la integridad de la fe usando símbolos que son contrarios a la revelación divina de Dios”, advirtió.
“Hacemos bien en usar nuestros propios símbolos para contar nuestra propia historia, sin recurrir a símbolos de moda, equivocados e inadecuados que no nos representan como católicos, sino que más bien generan confusión, distorsión y ambigüedad sobre lo que la fe católica realmente enseña sobre la persona humana, la naturaleza humana y la ley moral natural”.
El Sagrado Corazón de Jesús, que representa “el corazón físico de Cristo, traspasado y rodeado de espinas en memoria de su sufrimiento, e inflamado con la llama inextinguible de su amor, es en última instancia el único símbolo que realmente necesitamos”, explicó el Cardenal Leo.
El purpurado, además recuerda, que el Sagrado Corazón no se refiere sólo al corazón físico de Jesús, sino a toda su vida interior: “su voluntad, emociones, pensamientos, deseos y amor”. “Significa el amor que motivó la Encarnación, el ministerio terrenal del Señor, su pasión y, en última instancia, la entrega de sí mismo en la cruz para la redención del mundo”, añade.
“Por último, durante este mes de junio, los animo a renovar su consagración al Sagrado Corazón de Jesús. Si aún no se han consagrado, junto con su familia y hogar, al Sagrado Corazón, les invito a hacerlo”, concluyó el cardenal.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.
Tessa Gervasini
Tessa Gervasini es pasante de Catholic News Agency y miembro de College Fix. Recientemente se graduó de la Texas Christian University con una licenciatura en comunicación estratégica.
