La Iglesia Católica en México advirtió que las elecciones judiciales celebradas el domingo 1 de junio en el país estuvieron marcadas por “inconsistencias y confusiones, fruto de un proceso acelerado y no consensuado que provocó inquietud y desaliento”.
Estos comicios se derivan de la reciente reforma constitucional del Poder Judicial, impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena. Por primera vez en la historia, los ciudadanos eligieron directamente a ministros (jueces) de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), magistrados del Tribunal Electoral, del Tribunal de Disciplina Judicial y jueces de distrito. En total 881 cargos federales y alrededor de 1.800 en los poderes judiciales locales.
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Según datos preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE) al 3 de junio, la participación ciudadana apenas alcanzó un 12.6% de los más de 100 millones de mexicanos con derecho a voto.
Aunque los resultados oficiales aún no se han dado a conocer, se perfilan como los más votados para la SCJN Lenia Batres, ministra en funciones, y Hugo Aguilar, abogado mixteco. Ambos están vinculados ideológicamente con el expresidente López Obrador y la actual presidenta Claudia Sheinbaum, también del partido político Morena.
“Evidentes inconsistencias y confusiones”
En un comunicado publicado este 3 de junio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reconoció que “cualquier esfuerzo por lograr el acceso pleno a la justicia, sobre todo para los más débiles, siempre será bienvenido”.
Sin embargo, los obispos manifestaron su preocupación al afirmar que “junto a muchos ciudadanos vimos con preocupación la aprobación de la reforma judicial y la aplicación de ésta para elegir ministros, magistrados y jueces puesto que hubo evidentes inconsistencias y confusiones, fruto de un proceso acelerado y no consensuado que provocó inquietud y desaliento”.
En referencia a la baja participación ciudadana, señalaron que la decisión de muchos mexicanos de no participar “refleja tal vez este desaliento; es un mensaje que en un ejercicio democrático no se puede pasar por alto y que los actores políticos tendrán que ponderar con madurez, inclusión y visión política, para corregir lo que sea necesario”.
La deficiencia del sistema judicial en México ha sido señalada por diversos organismos internacionales.
En un informe de United Nations Human Rights, la institución calificó el sistema de justicia penal mexicano como “extremadamente ineficaz”. Según la organización, en México “las fiscalías no investigan de manera eficaz la mayoría de los delitos y violaciones de los derechos humanos, incluyendo los abusos cometidos por agentes del Estado y los delitos graves como el homicidio y las desapariciones forzadas”.
Obispos piden un sistema de justicia “cualificado y autónomo”
En el mismo mensaje, los obispos subrayaron la necesidad de construir “un sistema de justicia cualificado y autónomo” y, para ello, hicieron un llamado a la unidad nacional de todos los mexicanos.
Los prelados alentaron también a todos los mexicanos, ya sea que hayan votado o no, que deben unirse para “construir caminos de encuentro, reconciliación y paz que renueven nuestra esperanza”.
A los jueces electos, los obispos les pidieron que “asuman con honestidad, profesionalismo, independencia y amor a México su delicada misión de impartir justicia aplicando la ley imparcialmente”.
Asimismo, instaron a las autoridades a actuar “con justicia e integridad respetando la autonomía de cada poder y fortaleciendo el estado de derecho”, señalando que el país necesita personas “comprometidas por construir un México más justo y pacífico, donde todos encuentren la posibilidad de una vida digna; donde la justicia y la paz puedan palparse cada día con mayor viveza”.
Finalmente, invitaron a los mexicanos a inspirarse en Nuestra Señora de Guadalupe, quien es “testimonio vivo de que México puede caminar unido, en paz, respetándonos en nuestras diferencias y construyendo juntos un México que sea tierra de esperanza para todos”.