“Global Visual Poetry”, palabras e imágenes como puentes para la paz


El Dicastero para la Cultura y la Educación acoge en sus instalaciones hasta el 20 de junio una exposición de poesía visual con obras creadas entre 1950 y 1980. Concebida en el marco de las iniciativas vinculadas al Jubileo de la Esperanza, la exposición es capaz de revelar la grandeza y las posibilidades de una forma artística que combina lenguaje e imagen.

Eugenio Murrali – Ciudad del Vaticano

Entre los pasillos del Dicasterio de Cultura y Educación, se puede vivir una experiencia insólita y edificante en estos días de Jubileo: caminar dentro de la poesía. Las paredes están habitadas por más de doscientas obras de una exposición que hace historia: Global Visual Poetry 1950-1980, curada por Raffaella Perna. El Prefecto del Dicasterio, Cardenal José Tolentino de Mendonça, escribe en la presentación de la exposición: “Los creadores de la Poesía Visual nos recuerdan que en la escritura humana más funcional, en nuestra escritura medida, minúscula o administrativa, late la posibilidad poética que de un instante a otro hace de cualquier letra ‘tan ilegible como el tigre’, es decir, un documento no de la respuesta, sino de la pregunta; no de la evidencia, sino del enigma; no sólo morfema previsible de lo visible, sino sintaxis disruptiva de lo que no se ve.”

La exposición relata el uso experimental de la relación entre imagen y lenguaje, que se ha manifestado en muchos países del mundo desde la posguerra: “Una experimentación artística que ha conectado realidades muy diferentes, a partir de una reflexión sobre el valor político de la palabra y la capacidad de transmitir mensajes partiendo también de su cualidad icónica. Un fenómeno que retomó el legado de las primeras vanguardias como el Futurismo y el Dadaísmo y volvió a poner en el campo una dimensión transnacional, creando puentes entre poblaciones, países, realidades diferentes”.

Tres trayectorias

“Hay una sección dedicada a la poesía visual en sentido estricto, donde”, explica la curadora Perna, “la palabra se mezcla con la palabra sacada de los medios de comunicación, de la publicidad al cine. Así que hay una salida de la página gutenbergiana, bidimensional, para expandirse hacia el exterior, hacia la realidad de la noticia y a aquella visual, incluso lo popular. Luego está la dimensión de la poesía concreta, en la que la letra adquiere un valor icónico, casi se convierte en un dibujo. Una operación que busca en el interior del propio lenguaje. Por último, la llamada «nueva escritura», en la que hay un vínculo con el cuerpo, con la quirografía, una interacción entre gestos y lenguaje verbal”. Son muchas las instancias presentes en las tres secciones, las decoloniales y pacifistas, la atención al medio ambiente, la crítica al consumismo.


Don Sylvester Houédard «Une et Un» (1974) e «The Sun-chees wheel-ode» (1968). Cortesía Colección Corinaldi, Milán

Don Sylvester Houédard

“Puede parecer inverosímil, pero lo que me llevó -dice el prefecto en la presentación- a la Poesía Visual fue la Biblia. Si en un momento dado no me hubiera interesado por la traducción histórica de la Biblia de Jerusalén, tal vez nunca habría dado con el nombre de un monje benedictino llamado Dom Sylvester Houédard Osb, que fue su editor literario durante un tiempo. Que este monje fuera un teólogo muy activo, educado en el Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma, y al mismo tiempo uno de los principales teóricos e intérpretes de la Poesía Visual fue para mí un descubrimiento muy sorprendente. Una máxima que describe bien la poesía visual pertenece a este artista británico (1924-1992): «Toda cosa material es una revelación de lo invisible». Su obra forma parte del núcleo de la Poesía Concreta, en la que, a partir de los colores, la letra, se estructura una importante arquitectura gráfica.


Lamberto Pignotti, «El divo tiene los años contados» (1964). Cortesía de Frittelli arte contemporánea, Florencia

Lamberto Pignotti y el Gruppo 70

Entre los muchos artistas que pueblan la exposición se encuentra Lamberto Pignotti, fundador y teórico, junto a Eugenio Miccini (1925-2007), del Gruppo 70, un movimiento nacido en la Toscana en 1963, pero proyectado con esperanza hacia el futuro. “Este grupo”, señala Perna, “estaba interesado en la mezcla de imágenes y eslóganes de la cultura popular, para llegar a lo que ellos llamaban “poesía tecnológica”, una salida de la poesía “lineal”, hecha sólo de lenguaje, como forma verbal en sentido estricto, para dar lugar a un diálogo con la imagen visual, creando un nuevo traspaso. […] Hablaban de la poesía visual como un caballo de Troya: partiendo de los lenguajes de los medios de comunicación de masas para introducir una visión crítica, mediante el uso de la ironía o el extrañamiento. Estos collages nacieron con la intención de subvertir la comunicación mediática desde dentro en un momento histórico, los años 60, en el que el boom económico ya había creado muchas asimetrías”. Su arte arremete contra la desigualdad, la mercantilización del cuerpo femenino, los estereotipos de masculinidad y el estrellato.


Maria Lai, “Libro cosido” (1983). Cortesía de la Colección Navasotti, Milán

Los hilos de Maria Lai

El tejido une su destino al del lenguaje en la obra de la artista sarda Maria Lai (1919-2013). En su poesía visual, los hilos se convierten en vínculos. La curadora añade: “En 1981, en una famosa intervención colectiva en Ulassai, en la provincia de Nuoro, fue una idea de comunidad la que quedó ligada a la montaña. En sus libros cosidos, en cierto modo, el mensaje es similar: una «materialización del lenguaje», por utilizar una expresión acuñada por Mirella Bentivoglio, otra artista de la exposición”. Las obras de Maria Lai también hablan de la fuerza de las mujeres, dando voz a esos hilos y telas que durante siglos han pasado por sus manos.


Giancarlo Pavanello, «Via Crucis» (2024). Dicasterio de la Cultura y la Educación

Construir puentes

La transnacionalidad, entendida como unión y fraternidad de los pueblos, es una de las características de esta exposición y, al mismo tiempo, un mensaje. Raffaella Perna observa: “La idea de paz estaba también en el corazón del magisterio del Papa Bergoglio y es fundamental en la visión del Papa León XIV. Esta esperanza emerge de muchas obras, empezando por Pax, de Lucia Marcucci, elegida como imagen guía de la exposición: “Pax y poesía, porque en esa obra se habla de la paz que puede aportar el lenguaje: las palabras son muy importantes para expresarla”.

 



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