El Papa León XIV dirigió una carta al Cardenal Ladislav Nemet, enviado especial para las celebraciones del 950° aniversario de la Diócesis de Płock (Polonia), donde tuvo lugar la primera aparición de la Divina Misericordia.
El próximo 7 de junio se celebra el aniversario de esta diócesis polaca en la que se encontraba el monasterio donde vivió la vidente Santa Faustina Kowalska, desde 1930 a 1933.
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Desde su primera aparición en 1931, Cristo dio a esta santa polaca diversas revelaciones sobre su Divina Misericordia, las cuales fueron anotadas por la religiosa en un diario de más de 600 páginas.
En su misiva, el Papa León XIV recordó que esta comunidad diocesana fue erigida en el año 1075 por voluntad de San Gregorio VII, quien “atento a las necesidades pastorales”, ordenó organizar las estructuras eclesiásticas en este “territorio del joven Estado de Polonia”.
Tierra de santos y mártires
La diócesis, llamada entonces Masovia, abarcaba —según recordó el Pontífice—, un extenso territorio en el que, con el paso de los siglos, se establecieron muchas otras Iglesias particulares.
De esta Iglesia, una de las sedes episcopales más antiguas de Polonia, el Papa destacó “la fe profunda y la vida santa de muchos pastores y fieles, así como por el amor a la Iglesia universal”.
Recordó, asimismo, que aquí no sólo vivió Santa Faustina, “insigne apóstol de la Divina Misericordia”, sino también san Estanislao Kostka, patrono de niños y jóvenes, y los beatos obispos Antonio Julián Nowowiejski y León Wetmański, mártires durante la Segunda Guerra Mundial.
Citó también la ocasión en la que San Juan Pablo II visitó Płock en junio de 1991, donde “saludó con palabras de consuelo a quienes estaban detenidos y presidió el rito de devoción al Sagrado Corazón de Jesús en la antigua catedral, bellamente situada junto al río Vístula”.
Imitar la vida de Cristo en lo cotidiano
Fue el Papa Francisco quien designó como enviado especial al cardenal polaco Nemet, confirmado ahora por León XIV: “Gustosamente, siguiendo la voluntad de nuestro predecesor, confirmamos por medio de esta carta tu nombramiento, venerable hermano nuestro”, se lee en la carta.
Además de celebrar una Misa y su saludo al clero, el Papa pidió al cardenal dirigir palabras de ánimo a todos los presentes, invitándolos “a una más intensa imitación de la vida de Cristo en lo cotidiano, al amor por el Evangelio de Cristo y su Iglesia, y a la oración por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada”.
“Es necesario que cada uno, consciente de su propia vocación y recordando las palabras de san Estanislao Kostka: ‘Para cosas más grandes he nacido’, dé también en este tiempo difícil un bellísimo testimonio de vida cristiana”, remarcó Por su parte, el Papa le aseguró sus oraciones y cercanía en esta misión.