Se registran decenas de víctimas después de que las fuerzas israelíes abrieran fuego cerca de un centro de distribución de ayuda humanitaria en Rafah. Israel ha emprendido una nueva ofensiva en la Franja de Gaza mientras crece la presión internacional por el acceso de la ayuda humanitaria.
Marco Guerra – Ciudad del Vaticano
Al menos 27 palestinos murieron y 90 resultaron heridos al amanecer de hoy por disparos del ejército israelí mientras esperaban en un centro de distribución de ayuda en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. Así lo informó el Ministerio de Sanidad del enclave palestino administrado por Hamás
La investigación solicitada por la ONU
Sin confirmación por parte israelí de lo que ya se está denominando la nueva «masacre del pan». Ayer el Secretario General de la ONU, António Guterres, pidió una investigación independiente después de que al menos 31 personas murieran el domingo en un tiroteo cerca del mismo centro de distribución de ayuda. La ONU, a través de su Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó que los «ataques mortales» en torno a los centros de ayuda en Gaza son «crímenes de guerra». En las últimas horas también han muerto tres soldados israelíes, alcanzados anoche por la explosión de un artefacto explosivo en el norte de la Franja.
Todo ello mientras las Fuerzas de Defensa israelíes han reanudado con fuerza su ofensiva « carros de Gedeón» en la Franja de Gaza, tal y como anunció el mismo ministro de Defensa Katz, que pidió avanzar hacia todos los objetivos, y mientras la Fuerza Aérea informaba de que había alcanzado decenas de emplazamientos. En este contexto, continúa la presión de la comunidad internacional para que se permita el acceso de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. En caso de nuevos bloqueos, Alemania teme las posibles consecuencias.
