La reciente elección del Papa León XIV ha despertado un nuevo interés en el catolicismo, con datos de Google que muestran un aumento en las búsquedas en inglés sobre “cómo convertirse en católico” poco después de la muerte del Papa Francisco en abril.
Mientras tanto, en muchas diócesis estadounidenses —y especialmente entre los jóvenes—, informes anecdóticos indican un aumento en el número de personas que se unen a la Iglesia Católica en los últimos años.
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Aunque los requisitos de la Iglesia incluyen algunos términos que pueden ser desconocidos, el proceso tiene sus raíces en la Iglesia primitiva. Si buscas convertirte en católico en 2025, aquí tienes una guía sobre lo que debes saber: desde las etapas de preparación espiritual hasta términos importantes y antecedentes históricos sobre cómo ha sido la iniciación cristiana a lo largo de los siglos.
¿Qué es la OCIA?
La Orden de Iniciación Cristiana de Adultos, u “OCIA” por sus siglas en inglés, es la forma normativa de recibir formación y prepararse para entrar en la Iglesia Católica. Este proceso era conocido anteriormente como RICA, el Rito de Iniciación Cristiana de Adultos, hasta que los obispos de Estados Unidos lo renombraron en 2021 para reflejar una traducción más precisa del latín original.
La OCIA tiene cuatro fases diseñadas para formar intelectualmente y preparar espiritualmente a los participantes —que hayan alcanzado la edad de la razón (generalmente alrededor de los 7 años)— para convertirse en católicos.
¿Cuáles son las etapas de la OCIA?
Evangelización y Precatecumenado: El interesado conoce a Cristo y se siente atraído por la Iglesia Católica; participa en un período de búsqueda y da el primer paso hacia el catolicismo conversando con un sacerdote o director parroquial de iniciación cristiana para convertirse en catecúmeno.
Catecumenado: Generalmente durante el transcurso de un año o menos, el catecúmeno o candidato aprovecha este tiempo para aprender más sobre la fe católica y lo que significa para su vida. El Rito de Admisión al Orden de los Catecúmenos y el Rito de Elección tienen lugar durante esta etapa.
Purificación e Iluminación: Durante la Cuaresma, el catecúmeno anticipa su iniciación en la Iglesia Católica mediante la oración y el aprendizaje. La iniciación suele tener lugar en la Vigilia Pascual, que es la culminación del proceso, donde los catecúmenos y candidatos reciben los sacramentos de iniciación (bautismo, confirmación y Eucaristía).
Mistagogía: Después de ser recibidos en la Iglesia, los nuevos católicos continúan formándose en su fe durante lo que la Iglesia llama el “Período de Mistagogía”. Esto dura hasta Pentecostés, la fiesta 50 días después de Pascua en la que la Iglesia celebra el nacimiento de la Iglesia, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos.
¿Qué es el “Rito de Elección”?
El Rito de Elección es la etapa de la iniciación cristiana previa al bautismo. Los catecúmenos se reúnen con sus padrinos y familias, generalmente el primer domingo de Cuaresma.
Durante la ceremonia del Rito de Elección, el obispo local pregunta a los catecúmenos: “¿Desean entrar plenamente en la vida de la Iglesia a través de los sacramentos del bautismo, la confirmación y la Eucaristía?” y ellos responden: “Sí, lo deseamos”. Los catecúmenos escriben sus nombres en el Libro de los Elegidos, confirmando aún más su deseo de ser bautizados.
A través de este rito, los catecúmenos pasan a ser conocidos como “los elegidos”. Sólo los no bautizados participan en este rito, porque quienes ya están bautizados ya son conocidos como elegidos de Dios.
¿Cuál es la diferencia entre un catecúmeno y un candidato?
Catecúmeno: Un catecúmeno es alguien que no está bautizado y busca convertirse en católico.
Candidato: Un candidato es un cristiano bautizado que busca entrar en plena comunión con la Iglesia Católica.
¿Cómo era la iniciación cristiana en la Iglesia primitiva?
Aunque el Concilio Vaticano II renovó el proceso de la OCIA, la iniciación cristiana se remonta a la Iglesia primitiva.
En la Iglesia primitiva, antes del siglo IV, la iniciación cristiana “habría sido bastante intensa”, explicó Timothy O’Malley, subdirector de investigación en el Instituto McGrath para la Vida de la Iglesia de Notre Dame y director académico del Centro de Liturgia de Notre Dame.
En su forma más antigua, la iniciación cristiana habría durado tres años o más.
“Había un verdadero sentido de conversión requerida: si eras actor (involucrado en festivales relacionados con los dioses) o en el ejército, tenías que dejarlo”, dijo O’Malley a CNA, agencia en inglés de EWTN News. “Gran parte de la catequesis implicaba formación moral en una nueva forma de vida, así como la introducción al credo”.
La OCIA actual se basa en gran medida en el modelo de los siglos IV y V, donde los catecúmenos se preparaban para los sacramentos de iniciación durante la Cuaresma y entraban en la Iglesia durante la Vigilia Pascual.
“Durante los 40 días, ayunaban, oraban y asistían a sermones regulares”, dijo O’Malley. “Tenemos, por ejemplo, sermones sobre el credo y otras dimensiones de la Escritura”.
Una vez que el cristianismo pudo practicarse públicamente, “hubo nuevas opciones para iniciar a las personas”, explicó O’Malley.
“Grandes catequistas y predicadores públicos”, como Cirilo de Jerusalén, Juan Crisóstomo y Ambrosio de Milán, “daban sermones públicos animando a la gente a inscribirse en el catecumenado antes de la Cuaresma”, añadió.
O’Malley señaló que parte de la razón de los cambios en el proceso de iniciación es que el cristianismo ya no es tan desconocido como antes.
“La complicación hoy, por supuesto, es que vivimos en una cultura en la que el cristianismo, aunque no necesariamente totalmente conocido, no es la novedad de los siglos IV y V”, dijo O’Malley. “Puedes encontrar el Padre Nuestro en línea o buscar las palabras del credo por tu cuenta (ambos se transmitían en secreto como parte de la iniciación de los siglos IV y V)”.
Pero la iniciación cristiana histórica sigue conectada con la actual en ciertos aspectos.
“Pero el desafío, en cierto sentido, siempre es el mismo: ¿Cómo invitas a las personas a experimentar una conversión genuina hacia el discipulado?” dijo O’Malley. “La conversión cristiana no se reduce al estudio, sino que implica un cambio total de vida: y eso lo compartimos con los Padres de la Iglesia”.
¿Cómo me uno a un programa de OCIA?
Para unirte a un programa de OCIA, comunícate con una parroquia católica local. Si tienes amigos católicos, pueden ayudarte con esto. Un sacerdote o líder parroquial de iniciación cristiana puede querer reunirse contigo para hablar sobre tu deseo de convertirte en católico y ayudarte a guiarte en los siguientes pasos del proceso.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.