En su audiencia con los miembros de la Secretaría de Estado en la mañana de este jueves, el Papa León XVI les agradeció por su ayuda en el primer mes de su pontificado, al tiempo que les pidió no dejar contaminarse por “ambiciones o antagonismos”.
Entre los presentes se encontraban el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, quien introdujo el encuentro con un breve discurso. También participó Mons. Edgar Peña Parra, Sustituto de la Secretaría de Estado.
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Mons. Richard Gallagher, Secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, no participó en la audiencia debido a que se encuentra en Cuba en el marco del 90 aniversario de las relaciones entre el país caribeño y la Santa Sede.
“Me consuela saber que no estoy solo”
Al inicio de su discurso, el Pontífice agradeció a la Secretaría de Estado por ayudarle en los “primeros pasos” de su Pontificado y por “llevar adelante la misión” que le ha sido confiada.
“Me consuela saber que no estoy solo y que puedo compartir la responsabilidad de mi ministerio universal junto a ustedes”, agregó.
A continuación, en una sincera improvisación, expresó que “es evidente que el Papa no puede seguir adelante solo y que es muy necesario poder contar con la colaboración de muchos en la Santa Sede”, y en especial con la Secretaría de Estado.
Recordó además los inicios de esta institución, que se remontan a finales del siglo XV y su evolución con el paso de los años, destacando que actualmente casi la mitad de la Secretaría de Estado está formada por laicos y más de cincuenta mujeres.
La encarnación y la catolicidad
Este desarrollo, para el Papa, refleja “el rostro de la Iglesia: compartimos juntos las preguntas, las dificultades, los desafíos y las esperanzas del Pueblo de Dios presente en todo el mundo”, expresando siempre “dos dimensiones esenciales: la encarnación y la catolicidad”.
“Estamos encarnados en el tiempo y en la historia, porque si Dios ha elegido el camino de lo humano y los lenguajes de los hombres, también la Iglesia está llamada a seguir este camino, para que la alegría del Evangelio pueda llegar a todos y ser mediada en las culturas y los lenguajes actuales”, subrayó.
Asimismo, reflexionó sobre la “mirada católica” y universal, que permite valorar las distintas culturas y sensibilidades, siendo “un centro propulsor que se compromete a tejer la comunión entre la Iglesia de Roma y las Iglesias locales”, así como con la comunidad internacional.
Para el Santo Padre, estas dos dimensiones “se han vuelto cada vez más constitutivas del trabajo curial”, marcando un camino que ha orientado la reforma de la Curia Romana, llevada adelante por San Pablo VI, quien tuvo en cuenta los desafíos de la historia sin perder la catolicidad.
El Pontífice también explicó que la encarnación “remite a la concreción de la realidad y a los temas específicos y particulares, tratados por los diversos órganos de la Curia”.
Que este lugar “no sea contaminado por ambiciones o antagonismos”
Por otro lado, destacó el carácter universal, recordando que “el misterio de la unidad multiforme de la Iglesia, exige luego un trabajo de síntesis que pueda ayudar a la acción del Papa”. Este vínculo de unión, explicó, lo lleva a cabo la Secretaría de Estado.
El Papa León XIV citó a continuación Praedicate Evangelium, la Constitución Apostólica del Papa Francisco sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia en el mundo.
“Sé que estas tareas son muy exigentes y, a veces, pueden no ser bien comprendidas. Por ello deseo expresarles mi cercanía y, sobre todo, mi viva gratitud”, expresó.
El Papa también agradeció el “trabajo oculto” al servicio de la Iglesia y “el espíritu evangélico que lo inspira”, al tiempo que les pidió que este lugar “no sea contaminado por ambiciones o antagonismos”.
“Sean, en cambio, una verdadera comunidad de fe y de caridad, de hermanos y de hijos del Papa”, que se entregan generosamente por el bien de la Iglesia”, pidió el Pontífice.
Después de encomendarles a la intercesión de la Virgen María, agradeció las oraciones por su ministerio y les impartió la bendición.
Almudena Martínez-Bordiú
Graduada en Periodismo y Publicidad por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Especializada en información religiosa en España desde 2015. Ha sido corresponsal senior de ACI Prensa y EWTN Noticias en el Vaticano durante dos años y actualmente es corresponsal de Europa con base en España.
