Análisis: Un mes del pontificado de León XIV

by Redacción
0 comments


Las etiquetas que suelen aplicarse a los Papas no se ajustan a León XIV. No es un revolucionario como Francisco ni un restaurador como Benedicto XVI.

“Reformador” y “reaccionario” tampoco le cuadran.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

En cambio, lo que lentamente comienza a verse un mes después de su elección, el 8 de mayo, es un cambio generacional en el liderazgo: un pontificado “original”, se podría decir, liderado por un pastor silenciosamente capaz que prioriza la continuidad pero que también posee un comportamiento sensato, una aptitud para construir puentes y una visión independiente para fijar su propio rumbo.

“Generacional”, porque es el primer Papa desde el Vaticano II que no estaba en el seminario ni era sacerdote en la época del Concilio. Este hecho le otorga al primer Papa nacido en Estados Unidos cierta distancia de los grandes debates y controversias conciliares de finales del siglo XX y principios del XXI. En este contexto, la elección de su nombre papal adquiere mayor relevancia, ya que, sabiamente, se ha asociado con el último León, el padre fundador de la doctrina social católica que reinó hace más de un siglo, en lugar de con un predecesor más próximo.

Al mismo tiempo, esa elección de afiliación habla de un espíritu independiente que muchas personas parecen apreciar en el nuevo Santo Padre.

Desde los primeros momentos de su pontificado, León puso énfasis en comunicar la continuidad con el Papa Francisco, quien hizo deliberadamente lo contrario.

El nuevo Papa ha citado repetidamente a Francisco en sus primeras homilías, abrazando el llamado a una Iglesia sinodal, por ejemplo, y haciendo hincapié en rezar en la tumba de su predecesor.

Al mismo tiempo, ha enviado señales claras de que es él mismo.

Una forma notable de lograrlo es adoptando todos los símbolos del poder papal. Lleva la muceta, la capa roja que le llega hasta la mitad del hombro, desde su primera aparición en la Logia de las Bendiciones. Más recientemente, ha comenzado a usar pantalones blancos debajo de la sotana. Lo hizo no como signo de oposición al Papa Francisco, quien, como es bien sabido, lucía pantalones negros, sino para fortalecer e impulsar los signos y símbolos de la Iglesia institucional.

Otra señal llegó en su homilía del 1 de junio, con motivo del Jubileo de las Familias, los Niños, los Abuelos y los Ancianos, cuando León citó la encíclica Humanae Vitae de San Pablo VI al observar que “el matrimonio no es un ideal, sino la medida del verdadero amor entre un hombre y una mujer: un amor total, fiel y fecundo. Este amor los hace una sola carne y les permite, a imagen de Dios, compartir el don de la vida”.

En su sencillez, estas palabras marcan un cambio de dirección respecto del pontificado anterior, ya que en la controvertida exhortación postsinodal de Francisco, Amoris Laetitia, el matrimonio cristiano fue citado repetidamente como un ideal.

Al igual que Francisco, León reconoce la necesidad imperiosa de ir a las periferias. Sin embargo, como misionero de larga trayectoria en Perú, ya ha destacado la labor evangelizadora que debe realizarse allí.

En la Missa Pro Ecclesia, su primera Misa como Papa, celebrada con el Colegio Cardenalicio en la Capilla Sixtina el 9 de mayo, León XIV señaló que hay “contextos en los que la fe cristiana es considerada algo absurdo, para personas débiles y poco inteligentes; contextos en los que se prefieren otras seguridades a ella, como la técnica, el dinero, el éxito, el poder, el placer”.

El Papa reafirmó el compromiso de la misión en esos lugares, porque “la falta de fe a menudo trae consigo dramas como la pérdida del sentido de la vida, el olvido de la misericordia, la violación de la dignidad de la persona en sus formas más dramáticas, la crisis de la familia y tantas otras heridas que afligen a nuestra sociedad”.

Para León, la misión se fundamenta en la verdad del mensaje cristiano. El 16 de mayo, al reunirse por primera vez con los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, León XIV situó la verdad, junto con la paz y la justicia, como pilares del compromiso diplomático de la Santa Sede.

“La Iglesia nunca puede abstenerse de decir la verdad sobre el hombre y el mundo, recurriendo cuando es necesario a un lenguaje franco, lo que puede dar lugar a algún malentendido inicial”, aseguró.

Aunque se percibe un cambio de paradigma en el enfoque del Papa Francisco de evangelizar hablando el idioma del mundo, León XIV no muestra oposición alguna a su predecesor. Este no es un pontificado en contra ni a favor de algo, sino más bien un pontificado de misión.

La línea del gobierno

La continuidad centrada en la misión también subraya su enfoque temprano hacia la gobernanza.

Por ahora, ha mantenido los nombramientos ya establecidos con el pontificado anterior, incluido el nombramiento por parte de Francisco de la Hermana Franciscana de los Pobres Tiziana Merletti como Secretaria del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

La salida del arzobispo Vincenzo Paglia de la Pontificia Academia para la Vida y de su cargo como rector del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia era esperada, dado que había cumplido 80 años. El Papa confió la cancillería del instituto al Cardenal Baldassarre Reina, Vicario del Papa para la Diócesis de Roma y, por lo tanto, también rector de la Pontificia Universidad Lateranense, prefigurando así una unión entre el instituto y la universidad. Asimismo, confirmó a Mons. Philippe Bordeyne, presidente del instituto, por otros cuatro años. En la Academia para la Vida, León XIV también optó por la continuidad, promoviendo al rector, Mons. Renzo Pegoraro.

Sin embargo, se avecina un cambio generacional. Además de tener que elegir a su sucesor en el Dicasterio para los Obispos, deberá reemplazar a los prefectos de las Causas de los Santos, del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de la Promoción de la Unidad Cristiana, del Desarrollo Humano Integral, de los Laicos, de la Familia y de la Vida, todos ellos mayores de 75 años.

Sin embargo, cualquier Papa actuará según sus prioridades. Mientras forma su propio equipo, León debe afrontar la necesidad de introducir un modus operandi similar al de un gobierno en la Iglesia para abordar algunos asuntos complejos, en particular el acuerdo sino-vaticano. Se esperaba que la próxima ronda de reuniones sobre este tema tuviera lugar la semana que viene.

Sabemos, por su trayectoria de liderazgo como líder de los Agustinos, obispo y prefecto, que prefiere establecer una gobernanza estructurada y prioritaria en lugar de la microgestión o cambios radicales tempranos. Intervendrá cuando lo considere oportuno, como ya ha hecho saber a quienes, como siempre ocurre al comienzo de un pontificado, se han presentado a su puerta para presentarle algunas peticiones.

No tomará decisiones para ser popular; no tomará decisiones apresuradas.

El futuro de la Iglesia

Al ordenar 11 sacerdotes para la Diócesis de Roma el 31 de mayo, León XIV pidió “vidas conocidas, vidas legibles, vidas creíbles”.

“Estamos dentro del pueblo de Dios para poder presentarnos ante él con un testimonio creíble”, continuó. “Juntos, pues, reconstruiremos la credibilidad de una Iglesia herida, enviada a una humanidad herida en medio de una creación herida. Aún no somos perfectos, pero es necesario ser creíbles”, añadió.

De esta manera, el Papa no señaló con el dedo a los sacerdotes infieles, sino que pidió a todos ser fieles. En esto también podemos reconocer su modus operandi para gobernar la Iglesia. Primero, la fe, y luego la infraestructura, ya sea litúrgica, histórica o social. León puede hacer esto precisamente porque es el Papa de una nueva generación.

El Papa Benedicto XVI había afirmado, en el libro-entrevista La sal de la tierra con Peter Seewald, que él todavía era un hombre del viejo mundo, pero que el nuevo mundo aún no había comenzado.

Ha comenzado con este Pontífice. Es un Papa de tres mundos: estadounidense, misionero en Latinoamérica y profundo conocedor de la realidad romana.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register.





Source link

Related Posts

Leave a Comment

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?
-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00