Emoción y expectativa entre los miembros del Movimiento por el primer encuentro presencial con el Papa León XIV, este fin de semana.
Karen Bueno
«Me parece muy providencial que nuestro nuevo Santo Padre haya asumido su cargo precisamente ahora, antes de Pentecostés, y que esté celebrando esta gran fiesta de la Iglesia con los movimientos eclesiales», destaca Agathe Hug, de Alemania. Ella y muchos otros peregrinos del Movimiento Apostólico de Schoenstatt se han movilizado para estar en Roma este fin de semana, entre el 7 y el 8 de junio, con motivo del Jubileo de los Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades.
Roma ya está llena de miembros de diversas espiritualidades eclesiales de todo el mundo. La Sra. Hug señala: «Pertenezco con convicción y entusiasmo al Movimiento Internacional de Schoenstatt. Pero estoy convencida de que se necesitan otros carismas para que la Iglesia esté «completa». Y creo que el Espíritu Santo, que esperamos en Pentecostés y que es tan importante para nuestro tiempo, puede y quiere actuar a través de los movimientos espirituales. Conocerlos y experimentarlos nos da esperanza para el futuro y valor para seguir caminando cada día en nuestro mundo secular».
Están presentes 800 schoenstattinos y la Presidencia General Internacional
Alrededor de 800 miembros del Movimiento de Schoenstatt participan en el Jubileo. Entre ellos se encuentra también la Presidencia Internacional, que es el órgano oficial que representa a toda la Obra. La Presidencia está formada por los superiores de los Institutos Seculares, los dirigentes generales de las Federaciones Apostólicas y la Coordinación Internacional del Movimiento.
El P. Alexandre Awi Mello, presidente de la Presidencia, comenta la significativa participación de los miembros del Movimiento: «La presencia de schoenstattianos, procedentes de muchas partes del mundo, junto con toda la Presidencia Internacional de Schoenstatt, tiene un significado especial. Creemos que los movimientos eclesiales son una bendición, un verdadero don del Espíritu para la Iglesia y el mundo de hoy. Por eso hemos decidido participar juntos en este jubileo. Unirnos a los movimientos en este encuentro con el papa León XIV es una forma de renovar nuestro compromiso con la Iglesia, siguiendo el espíritu del dilexit ecclesiam, es decir, del amor a la Iglesia que viene de nuestro Fundador. Volveremos fortalecidos y enviados para seguir viviendo nuestro carisma de forma creativa y responder a los desafíos del mundo actual».
Peregrinos de esperanza: camino hacia la Basílica de San Pedro
El día 7, los miembros del Movimiento realizarán una peregrinación a pie hasta la Basílica de San Pedro para participar en la vigilia de Pentecostés. «Queremos formar parte de esta gran familia carismática de la Iglesia y encontrarnos con el Santo Padre León XIV», destaca el P. Arkadiusz Sosna, de la Coordinación Internacional de Schoenstatt.
La caminata tendrá un recorrido de 2,5 km, partiendo de la iglesia parroquial de San Francisco y Santa Catalina, patronos de Italia.
Coronación internacional
Otro evento que involucra a todo el Movimiento internacional es la coronación de Nuestra Madre, el 9 de junio. Se esperan peregrinos de varias partes de Italia y de diversos países en el Santuario Matri Ecclesiae de Belmonte, Roma.
La Santísima Virgen será coronada como «Reina Madre de la Iglesia» en este lugar que es centro internacional de peregrinaciones del Movimiento.
El arzobispo Ignazio Sanna, rector del santuario, afirma que «la inauguración de este Santuario Internacional ha confiado a la Familia de Schoenstatt una gran misión», que, según él, es «llevar a Schoenstatt al corazón de la Iglesia y llevar a la Iglesia al corazón de Schoenstatt». Con este Santuario y coronando a María, queremos «llevar nuestro carisma al corazón de la cristiandad para contribuir con su tradición, pedagogía y espiritualidad a crear caminos de santidad cotidiana y modelos personales de radicalidad evangélica», explica el arzobispo Sanna.
Al encuentro del Santo Padre
No falta el entusiasmo para vivir estos días de encuentro y emoción: «De alguna manera, tengo la percepción de que, en nuestro actual Santo Padre, tenemos algo así como un mediador de los dones del Espíritu Santo y también algo así como un aliado que trabaja junto a los movimientos espirituales por la renovación de la Iglesia en el Espíritu Santo. ¡Juntos somos fuertes y juntos podemos renovar el mundo en la fuerza del Espíritu Santo! ¿Expectativas muy altas? Somos «peregrinos de esperanza», no solo en 2025», concluye Agathe Hug.