Este sábado fue inaugurada en el Centro Notre Dame de Jerusalén la Sala de Pentecostés, una habitación en la que se despliega una obra de arte que tomó 7 años en realizarse y que representa la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y la Santísima Virgen.
Se trata de una iniciativa impulsada por los Legionarios de Cristo y las Consagradas del Regnum Christi en la Ciudad Santa. Las pinturas fueron realizadas por el artista chileno Daniel Cariola, conocido por ser el autor de una famosa pintura sobre Jesús y la hemorroísa, desplegada en el Santuario de Magdala, administrado también por los Legionarios de Cristo.
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Durante la inauguración estuvo presente el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, quien impartió su bendición sobre la sala y presidió la Vigilia de Oración y posterior Misa de Vigilia de Pentecostés.
Las pinturas, realizadas sobre lienzo en las cuatro paredes y en el techo de la sala, representan a las 120 personas que, según los Hechos de los Apóstoles, estaban reunidas en el Cenáculo de Jerusalén aquel día de Pentecostés.
“Se trata de una sala para los peregrinos que acoge el Centro Notre Dame de Jerusalén, para la oración y para la catequesis, especialmente sobre el Espíritu Santo. Es un lugar donde los peregrinos pueden venir a conocer más su fe, a meditar sobre este misterio del Espíritu Santo y desde donde luego pueden ser enviados en misión a sus lugares de origen”, comentó a ACI Prensa el P. Fernando Morales LC, quien ejerce su ministerio pastoral en Tierra Santa.
“Cada año la solemnidad de Pentecostés es la oportunidad que tiene toda la Iglesia de implorar con mayor fervor y conciencia el don del Espíritu Santo y su gracia. Saber que es Dios quien nos mueve desde dentro, nos inspira y nos mueve”, agregó.
Para el P. Morales, esta gran celebración de la Iglesia es un momento especial para que los cristianos fortalezcan su testimonio en medio del conflicto y del odio que afecta a la región. “Poder ser testimonio de amor, perdón y reconciliación, movidos por el Espíritu Santo. Eso es lo que pedimos a Dios”, afirmó.
El sacerdote resaltó que actualmente el Cenáculo, la habitación donde Jesús instituyó la Eucaristía y donde posteriormente los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo, está regentado por el Estado israelí, lo que limita en gran medida que los católicos puedan usar el lugar libremente.
“Eso hace que no haya un lugar adecuado para la oración y para la meditación de este misterio de Pentecostés. Por eso, esta sala también tiene el objetivo de dar un espacio adecuado para que este misterio pueda ser transmitido, contemplado y explicado a todos los peregrinos que vienen a Tierra Santa”, concluyó el P. Morales.