Cardenal de Nicaragua ordena 8 diáconos en víspera de Pentecostés 2025


El Cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua, ordenó el sábado 7 de junio a ocho nuevos diáconos que pronto serán sacerdotes, un hecho que constituye una luz de esperanza para Nicaragua ante la persecución que sufre la Iglesia Católica en el país por parte del régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.

Ante una catedral abarrotada de fieles, el cardenal ordenó diáconos a Luis Alfredo Hernández Hernández, Kevin Mayorga Silva, Arnold Vasquez Nuñez, Byron Calero Hernández, Jorge Morales Morales, Milton Vivas Velasquez, José Luquez Ortiz y Evaristo Bracamonte Potosme.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Los nuevos diáconos fueron presentados ante el Cardenal Brenes y los fieles presentes por el P. Boanerges Carballo, vicario episcopal de pastoral, quien señaló, como precisa el rito, que los ocho eran dignos para recibir la ordenación diaconal.

“Gracias al Señor porque nos ha escuchado”

“Mi primer sentimiento es dar gracias al Señor porque nos ha escuchado, Su eminencia el Cardenal Miguel (Obando) siempre nos invitaba a orar para que el señor enviara a esta amada iglesia buenos y santos sacerdotes”, dijo Brenes al iniciar su homilía

“Es bien triste, en otras iglesias hermanas, sobre todo fuera de América Latina —de la experiencia que he vivido en estos días del cónclave— escuchar a hermanos obispos que tienen crisis vocacionales, que tienen años de obispo sin hacer una ordenación y cuando ocurre lo publican algunos con gozo y alegría: que después de 10, 15 años, ordenan a un primer sacerdote”.

Uno de ellos le contó que después de 15 años de arzobispo ordenó a un sacerdote y pensaba que “se iba a morir sin ordenar a uno”.

Brenes fue uno de los 133 cardenales electores que participó en el cónclave que el 8 de mayo eligió al Cardenal Robert Prevost como sucesor de San Pedro, quien adoptó el nombre de León XIV.

El cardenal también alentó a los jóvenes a que “no tengan miedo de escuchar al Señor” y sigan el ejemplo de un grupo de 34 que ya se reúne periódicamente para “en discernimiento sentir y responder al llamado que Dios está haciendo”.

El arzobispo recordó además que, en la parroquia donde se hospedó en Roma antes del cónclave que eligió al Papa León XIV, un sacerdote redentorista le comentaba, en el diálogo sobre las vocaciones, que “hay que tirar siempre las redes. Si un pescador no lanza las redes no va a pescar nada. Debemos de ser constantes y también escuchar la voz del Señor. Si no las lanzan no vamos a tener los frutos que el Señor quiere dar”.

El servicio en primer lugar

“Una de las decenas del Santo Rosario siempre la ofrezco por las vocaciones. Señor, no te pido cantidad, sino que lo que nos envíes sea de calidad. Y la calidad se demuestra con el servicio, como se demuestra en esta ordenación”, continuó Brenes.

El cardenal refirió luego que una tentación diabólica puede darse en alguien llamado por Dios: “el demonio puede meter la idea sobre qué me corresponde por dejarlo todo. El Señor responde siempre: servicio, eso debe ser lo primero”.

“El Papa Francisco nos dio ejemplo de cercanía, de su capacidad de servicio. Es un mensaje hermoso que nos daba el Jueves Santo: no presidir la Eucaristía en su catedral sino ir a una cárcel y lavar los pies de los privados de libertad”.

Tener a Cristo en el corazón

El Arzobispo de Managua también recomendó a los nuevos diáconos “tener a Cristo en el corazón, que Él sea el centro de nuestras vidas. Que Él nos empuje y nos lleve hacia adelante”.

Tras recordar que la ordenación se daba en la víspera de “la fiesta hermosa de Pentecostés, cuando se envía el Espíritu Santo”, el purpurado resaltó: “El Señor los ha llamado  y deben estar siempre eternamente agradecidos a sus papás y mamás, sus primeros promotores vocacionales. Dios se fijó en el vientre de sus mamás y allí comenzó el trabajo. Venimos de hogares muy sencillos”.

“Si dejamos de orar caemos en una profunda anemia espiritual”

Para continuar su homilía, el Cardenal Brenes resaltó que “la oración debe ser el alimento permanente. Cuando dejamos de orar vamos a caer en una crisis, en un vacío que no nos deja ver siempre a Jesucristo. Si dejamos de orar caemos en una profunda anemia espiritual, que nos puede llevar a perder la alegría”.

Tras señalar que el servicio en la Eucaristía también es fundamental, el cardenal remarcó la necesidad de anunciar el Evangelio para que este llegue a todos.

“Es importante ser sembrador de la Palabra, a eso estamos llamados. El Espíritu del Señor la va a hacer crecer. Nos toca transmitir la Palabra también a través del testimonio de nuestras vidas. Lo que anunciamos tenemos que vivirlo”, concluyó.





Source link

Related posts

Sacerdote del Opus recién ordenado explica qué es la vocación

León XIV acepta en Pentecostés la renuncia de un obispo de 70 años en Alemania

Atentado contra Miguel Uribe Turbay: Obispos de Colombia rechazan el ataque del 7 de junio de 2025