El Arzobispo estadounidense José Gomez, hizo llamado a la “moderación y la calma” mientras las tensiones aumentaban en Los Ángeles durante el fin de semana, luego de que algunas protestas motivadas por arrestos realizados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés) a inmigrantes no autorizados se tornaran violentas.
“Me preocupan las redadas de inmigración realizadas hoy en Los Ángeles, y estoy orando por nuestra comunidad”, expresó Mons. Gomez en un comunicado publicado el 6 de junio.
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“Todos estamos de acuerdo en que no queremos inmigrantes indocumentados que sean conocidos terroristas o criminales violentos en nuestras comunidades. Pero no hay necesidad de que el gobierno lleve a cabo acciones de control migratorio de una manera que provoque miedo y ansiedad entre inmigrantes trabajadores comunes y sus familias”.
En su declaración, Mons. Gomez instó al Congreso a reformar el sistema migratorio del país, al que calificó de “roto”.
Los disturbios comenzaron el 6 de junio en respuesta a redadas de ICE en varios lugares de trabajo, y se intensificaron tras el arresto de David Huerta, presidente del capítulo de California del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), quien presuntamente bloqueó el paso de vehículos de ICE.
Videos mostraron a multitudes rodeando las camionetas, coreando consignas y aumentando en número a medida que las protestas se extendían durante la noche. Las manifestaciones se intensificaron el sábado, cuando los manifestantes se reunieron fuera del centro de detención donde Huerta estaba recluido tras ser dado de alta del hospital, donde fue tratado por heridas sufridas durante su protesta y posterior arresto.
El domingo, la situación empeoró cuando la Patrulla de Caminos de California utilizó granadas aturdidoras para despejar la autopista 101 después de que manifestantes bloquearan la vía, arrojando escombros, incluidas ramas de árboles y fuegos artificiales, a los vehículos policiales que circulaban por debajo.
La noche del domingo fue aún más caótica: manifestantes incendiaron varios taxis autónomos de Waymo, lanzaron piedras a los agentes y vandalizaron vecindarios con grafitis contra ICE.
Una vigilia interreligiosa con velas programada para la noche del domingo en el Ayuntamiento de Los Ángeles, organizada por el Grupo de Trabajo sobre Inmigración de la arquidiócesis junto con organizaciones como la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), el Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN) y LA Voice, fue pospuesta por precaución debido al aumento de la violencia.
Las organizaciones emitieron un comunicado reafirmando su llamado a la no violencia y prometieron reprogramar la vigilia una vez que las condiciones se estabilicen.
El presidente Donald Trump desplegó a la Guardia Nacional el sábado por la noche, citando el fracaso de los líderes locales para controlar la situación. El gobernador Gavin Newsom se opuso enérgicamente a la medida, calificándola como una violación de la soberanía estatal.
El lunes, California presentó una demanda contra la administración Trump impugnando la decisión de federalizar a la Guardia Nacional de California.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.