El 12 de junio se conmemora el Día Nacional del Misionero Ecuatoriano Ad Gentes, en honor a la Beata Mercedes de Jesús Molina, la primera misionera ecuatoriana que abrió caminos en las selvas del Oriente. La celebración busca destacar la vocación misionera, recordando su ejemplo y renovando el compromiso de la Iglesia en salir a las periferias del mundo con el Espíritu Santo como guía.
Sor Elaine Castro Matheuz – Ciudad del Vaticano
Nacida en Guayaquil, Mercedes de Jesús Molina fue la primera misionera ecuatoriana Ad Gentes. En 1870, ante la invitación de los Padres Jesuitas para servir en el Oriente Ecuatoriano, se preparó con sencillez y fe, incluso saliendo a mendigar en las calles para financiar su misión. Su compromiso la llevaron a convertirse en consuelo para el Pueblo Shuar, sanando heridas físicas y espirituales en una tierra remota. Tras concluir su labor en el Oriente, fundó un orfanato en Cuenca y, posteriormente, en Riobamba, creó en 1873 el Instituto Santa Mariana de Jesús, la primera congregación religiosa femenina en Ecuador. San Juan Pablo II, en su visita a Ecuador, la declaró Beata en 1985, definiendo su ejemplo como “misionera, madre de huérfanos y fundadora”. Desde entonces, el 12 de junio fue designado como su día de fiesta.
Un día especial para la misión
El año 2015, la Conferencia Episcopal del Ecuador instituyó oficialmente el 12 de junio como el Día Nacional del Misionero Ecuatoriano Ad Gentes. La celebración busca “recordar con el pueblo de Dios, la disponibilidad generosa de los misioneros y misioneras que llevan la buena noticia del Evangelio a los más pobres y necesitados del mundo, más allá de las fronteras” explica un comunicado de la CEE.
La Diócesis de Riobamba invita a toda la comunidad a participar en una celebración eucarística especial, que tendrá lugar en el Santuario de la Beata Mercedes de Jesús en Riobamba. La ceremonia, será presidida por Mons. José Bolívar Piedra, Obispo de la Diócesis de Riobamba. La eucaristía podrá ser seguida tanto de manera presencial como virtual, facilitando así la participación de fieles de diferentes lugares que deseen unirse en oración.
La misión Ad Gentes en la actualidad
El Espíritu Santo impulsa la misión Ad Gentes, aquella que lleva la evangelización a los pueblos aún no transfigurados por la Pascua de Jesús. Según las enseñanzas de la Iglesia, “el Espíritu actúa siempre de manera invisible y sorprendente, derrama sus carismas, y se muestra inclusive fuera de los confines visibles de la Iglesia”.
La comunidad misionera, animada por el Espíritu, debe ser abierta al mundo, capaz de ver con los ojos de los pobres y los descartados, y de sentir en su corazón las necesidades de quienes sufren, “misioneras y misioneros de Dios son aquellas personas que, dejándose llevar por el Espíritu, colaboran y se vuelven cómplices de su Misión”.
La misión Ad Gentes es un mandato de la Iglesia guiado por la salvación de Jesús, que busca transformar y transfigurar el mundo entero. “La evangelización de la Iglesia guiada por el Espíritu Santo en su tarea irrenunciable de penetrar, convertir y transfigurar el mundo hasta los confines de la tierra, para que todos podamos ser salvados”.
Ejemplo y compromiso de la Iglesia ecuatoriana
Desde 1870, día en que la Beata Mercedes de Jesús Molina salió de Guayaquil hacia Gualaquiza, la Iglesia en Ecuador ha vivido con entusiasmo y compromiso la misión Ad Gentes. “Vayan y anuncien la buena noticia a todos los pueblos… dóciles al Espíritu Santo, motor y alma de toda misión evangelizadora”, recuerda la invitación para este día.
En esta celebración, se renueva el llamado a ser una Iglesia en salida, dispuesta a dejarse transformar y a llevar el mensaje de paz, amor y justicia a todos los confines del mundo, siguiendo el ejemplo de quienes, con valentía y fe, abren caminos para que la Buena Noticia llegue a todos los rincones de la tierra.
