Los Museos Vaticanos inauguraron este jueves la exposición “Pablo VI y Jacques Maritain: la renovación del arte sacro entre Francia e Italia (1945–1973)”, un homenaje a la amistad entre el célebre filósofo francés y el Papa que dio el relevo a Juan XXIII y concluyó el Concilio Vaticano II (1962–1965).
El núcleo de esta iniciativa es precisamente Jacques Maritain (1882-1973), pensador neotomista y figura clave en el diálogo entre fe, cultura y arte del siglo XX. Nombrado embajador por Charles de Gaulle tras la Segunda Guerra Mundial, Maritain residió en Roma entre 1945 y 1948. En ese tiempo se consolidó su amistad con Giovanni Battista Montini (el futuro Pablo VI), a quien había conocido en París en 1924. Su pensamiento influyó en los cimientos del Concilio Vaticano II, particularmente con su idea de un “humanismo integral”, en el que convergen la fe cristiana, la dignidad humana y la expresión artística.
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Junto a su esposa Raïssa Oumançoff, con quien se convirtió al catolicismo en 1906, Maritain fue el centro de una élite intelectual internacional que integró a poetas, filósofos, artistas y místicos como Charles Péguy, Léon Bloy, Paul Claudel, Jean Cocteau y Georges Rouault, este último considerado por Maritain como uno de sus intérpretes artísticos más cercanos.
La muestra, que se enmarca en elJubileo 2025 y podrá visitarse durante todo el verano, conmemora varias efemérides significativas: los ochenta años desde el nombramiento de Jacques Maritain como embajador de Francia ante la Santa Sede, en 1945, y la casi simultánea fundación del Centro Cultural San Luis de los Franceses; el sesenta aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, en diciembre de 1965, y la inauguración de la Colección de Arte Religioso Moderno, impulsada por Pablo VI en 1973, que tuvo lugar en el mismo mes de junio en que abrimos esta muestra.
Para la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, esos aniversarios “dejan clara la riqueza de estímulos históricos que este proyecto ofrece al público de los Museos del Papa”.
La exposición -a través de fotografías, documentos y cuadros que ponen en diálogo espiritualidad, pensamiento cristiano y vanguardia artística- traza el vínculo espiritual e intelectual entre el filósofo francés y el entonces monseñor Giovanni Battista Montini, cuya amistad se reforzó durante los años romanos de Maritain como diplomático entre 1945 y 1948.
“La relación con el Pontífice duró mucho más allá de la experiencia diplomática y fue intensísima durante el Concilio Vaticano II, a cuya gestación contribuyó el pensamiento neotomista de Maritain”, señaló Jatta.
Los inicios de las colecciones de arte del Vaticano
También recordó que Maritain y su esposa Raïssa, de origen ruso, formaron a lo largo del siglo XX un círculo cultural internacional de gran influencia, en el que confluyeron artistas, pensadores y figuras religiosas. De hecho, el matrimonio reunió también una significativa colección de obras de arte, muchas de las cuales llegaron a formar parte de los fondos iniciales de la Colección de Arte Religioso Moderno de los Museos Vaticanos.
“Se trata de presencias importantes en los inicios de la Colección Vaticana, porque además de reiterar la ininterrumpida y recíproca estima entre Montini y Maritain, subrayan cómo este último comprendió de inmediato el alcance del proyecto de Pablo VI, del que el propio filósofo fue uno de los motores teóricos”, aseguró Jatta.
Ese proyecto adquirió una forma pública y oficial con el famoso discurso a los artistas pronunciado por Pablo VI en la Capilla Sixtina el 7 de mayo de 1964, donde pidió sanar el “divorcio entre la Iglesia y el arte contemporáneo”.
De hecho, esa petición culminó con la apertura de la Colección el 23 de junio de 1973 “en el corazón histórico de los Museos Vaticanos, entre el Apartamento Borgia y los antiguos ambientes que conducen a la Capilla Sixtina”.
La exposición reúne pinturas, dibujos, grabados, fotografías, volúmenes de época y objetos materiales que documentan una intensa red de amistad y colaboración entre pensadores y artistas comprometidos con la renovación espiritual del arte.
Entre los artistas más destacados figuran Maurice Denis, Émile Bernard, Gino Severini (con obras para iglesias suizas impulsadas por el cardenal Charles Journet), Georges Rouault (quizás el artista más cercano a Maritain), y Marc Chagall, muy amigo de Raïssa, cuyos relatos visuales revelan una sensibilidad única inspirada en el folclore judío. También están presentes obras de Henri Matisse, con su célebre Capilla de Vence, y del estadounidense William Congdon, artista de fuerte inspiración mística, conocido por Maritain en los años previos al Concilio.
También se destaca la figura del dominico Marie-Alain Couturier, otro gran renovador del arte sacro en Francia, cuya perspectiva, más progresista y diferente de la de Maritain, es integrada en la muestra como signo de la apertura de Pablo VI a múltiples corrientes dentro del pensamiento católico contemporáneo.
Comisariada por Micol Forti, responsable de la Colección de Arte Moderna y Contemporánea de los Museos Vaticanos, la exposición se ubica en el corazón del recorrido expositivo dedicado al arte del presente, entre las Estancias de Rafael y la Capilla Sixtina.
La exposición es fruto de una colaboración entre los Museos Vaticanos y diversas instituciones culturales, como la Embajada de Francia ante la Santa Sede, el Centro Cultural San Luigi dei Francesi / Institut français – Centre Saint-Louis y la Bibliothèque Nationale et Universitaire de Strasbourg.