«No Man is an Island», «Ningún hombre es una isla», es la exposición individual del artista albanés dentro del proyecto de arte contemporáneo del Dicasterio de Cultura y Educación con motivo del Jubileo 2025. La exposición incluye la escultura «Home to Go» en Via della Conciliazione y la videoinstalación «The bell tolls upon the waves» en el Complejo Monumental de Santo Spirito in Sassia – Asl Roma 1
Eugenio Murrali – Ciudad del Vaticano
La exposición individual No Man is an Island del artista albanés Adrian Paci es un viaje de materia, luz y sonido, una penetración física y simbólica en la experiencia del viaje, de la migración. Unas pesadas alas gravan sobre la espalda del hombre representado por el escultor.
Esta figura masculina completamente blanca, obra de 2001 cuyo título es Home to Go, es un calco del cuerpo del artista e, inclinada hacia delante, lleva sobre su espalda el tejado de una casa, atado con una cuerda. La obra de Paci es la pieza central del proyecto a cargo de Cristiana Perrella para el Dicasterio de Cultura y Educación de la Santa Sede en el espacio Conciliazione 5 en torno al tema de la migración y la acogida.
La escultura aún podrá verse hasta el 21 de septiembre en la galería de la Window gallery de la calle que conduce a San Pedro.
«Home to Go aúna por un lado el hogar – explica Paci – como realidad fija, donde uno se siente protegido, acogido y, por otro, el movimiento, el ‘ir’, el ‘vagar’».
El tejado de una casa como alas
Las insólitas alas, de madera y tejas, evocan la idea de una humanidad suspendida entre la precariedad y la trascendencia y sitúan en el centro la imagen del ser humano como caminante, la idea del viaje obligado y dramático de quienes se ven obligados a abandonar su patria.
«La migración, más que un tema – señala Paci – es una experiencia, hecha de historias, cuerpos, rostros, emociones, sufrimiento, esperanzas muy concretas y específicas. Siempre he intentado abordarla desde dentro y he prestado atención a los elementos que te da y que pueden convertirse en lenguaje».
La obra del artista también hace referencia a la iconografía cristiana de la Pasión, un elemento recurrente en la poética de Paci, como en las obras Cappella Pasolini (2005) o Via Crucis (2011). Al estar en el itinerario que lleva a los peregrinos a San Pedro y a la Puerta Santa, la obra dialoga con la sacralidad de los lugares y el arte del pasado, bagaje de la formación del escultor.
La campana dobla sobre las olas
La exposición se completa, en una dimensión de proyecto artístico difuso y extendido fuera del perímetro de la Ciudad del Vaticano, con la significativa videoinstalación La campana dobla sobre las ondas, The bell tolls upon the waves, del 2024, alojada en las Corsie Sistine del complejo monumental del Santo Spirito in Sassia.
Expuesta por primera vez en Italia, la obra se inspira en un episodio que ocurrió realmente en el siglo XVI: en 1566, en Termoli, durante un ataque turco, unos saqueadores intentaron robar la Campana de Santa Catalina, utilizada para avisar a los marineros en caso de peligro: un intento vano porque en el transporte la campana acabó en el mar, hundiendo el barco en el que viajaba.
Recordando esta historia, Paci diseñó una plataforma flotante con una campana en el mar frente a Termoli, como si la histórica campana hubiera resurgido del fondo marino; el artista documentó toda la operación con un vídeo, en el que las campanadas son generadas por el movimiento de las olas.
«The bell tolls upon the waves es una obra muy reciente de Adrian – aclara la encargada Cristiana Perrella – que vuelve a la idea del viaje y la migración y, por tanto, también al Mediterráneo marcado dramáticamente por estas travesías, pero lo hace con una figura poética y simbólica típica del artista».
El poder transformador del arte
La yuxtaposición de una obra ya conocida, una de las primeras que dieron a conocer al artista al principio de su carrera, y una nueva producción pone de relieve la coherencia con la que Adrian Paci ha reflexionado siempre sobre estos temas, ofreciendo una narración que entrelaza memoria personal, espiritualidad y atención a las grandes cuestiones de nuestro tiempo.
Tal invitación a reconocer la pertenencia común y la responsabilidad mutua responde al deseo del Prefecto del Dicasterio para la Cultura, el cardenal José Tolentino de Mendonça, que quiere hacer de Conciliazione 5 un espacio abierto a la espiritualidad, al pensamiento crítico y al poder transformador del arte.
Esta segunda exposición en la galería, que también incluye encuentros en profundidad a partir de septiembre, sigue a la del artista Yan Pei-Ming, centrada en la prisión y forma parte del proyecto concebido por el Dicasterio con motivo del Jubileo 2025. Las dos próximas etapas se centrarán en el medio ambiente y la pobreza.