La religiosa franciscana, responsable del Servicio de la Conferencia Episcopal Italiana para la Pastoral de las personas con discapacidad y coordinadora del proyecto “Nadie Excluido”, promovido por el Dicasterio para la Comunicación, intervino en la 18ª Conferencia de los Estados Parte de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (COSP), que concluye el 12 de junio en Nueva York.
Antonella Palermo – Ciudad del Vaticano
Dar a conocer el compromiso de la Iglesia en Italia y del Vaticano con la inclusión. Ese fue el principal objetivo de la intervención de sor Veronica Donatello, responsable del Servicio Nacional para la Pastoral de las personas con discapacidad de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y coordinadora del proyecto “Nadie Excluido”, impulsado por el Dicasterio para la Comunicación, durante la 18.ª sesión de la Conferencia de los Estados Parte de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (COSP), que concluye este jueves 12 de junio de 2025 en Nueva York.
El tema general de este encuentro de dos días es reforzar la conciencia pública sobre los derechos y aportes de las personas con discapacidad al desarrollo social, de cara a la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (noviembre de 2025).
La perspectiva de la inclusión en toda edad y condición
“Ha sido interesante estar aquí por la riqueza del diálogo con tantas naciones”, comenta a los medios vaticanos la religiosa franciscana alcantarina, subrayando la importancia de transmitir un enfoque cada vez más orientado a acompañar a las personas con discapacidad “en toda condición y en cada etapa de la vida, con atención al apoyo familiar, al trabajo espiritual, a las transiciones vitales. Y especialmente en los distintos contextos habitacionales, que representan un verdadero desafío.
Nuestro cambio de paradigma —insiste— es sobre todo cultural. Al terminar mi intervención, muchos me dijeron: ‘¡Qué bonito, no sabíamos que la Iglesia hacía todo esto!’. Eso es significativo, porque poco a poco estamos desafiando algunos estereotipos y prejuicios. En el fondo, eso es lo que hizo el Evangelio: fue subversivo”.
La importancia del diálogo
Ser la única religiosa en una asamblea internacional de este tipo tiene un gran valor: “Es muy bonito, porque recibo muchas sonrisas. La gente me pregunta qué hago aquí o si ya he conocido al Papa. Hay mucha curiosidad y expectativa. Se reconoce el valioso trabajo que el Vaticano ha intentado llevar adelante en estos años para combatir la exclusión y la soledad. Así también nacen encuentros bilaterales, por así decirlo, porque hay temas sobre los que se desea dialogar conjuntamente”.
La escucha es, según sor Veronica, el aspecto fundamental, y hasta ahora le ha impresionado especialmente el aporte de la inteligencia artificial, la labor pastoral y el fenómeno migratorio, donde la discapacidad genera problemas adicionales que deben ser abordados.
Los retos de la IA y la dificultad de garantizar derechos básicos
Sor Donatello comparte la convicción de muchos de que las nuevas tecnologías están aportando avances decisivos, especialmente desde Asia, para mejorar la calidad de vida: “Pero nunca debemos olvidar que al final siempre hay una persona”, advierte. También pone en evidencia el desconcierto ante la brecha entre los avances científicos y tecnológicos y las dificultades cotidianas que enfrentan muchas familias, sobre todo en contextos de guerra, en América Latina o África, por ejemplo. “Es la dificultad de garantizar los derechos mínimos para vivir, esos que te hacen ser considerado persona. Hay que superar esa enorme brecha”.
Asimismo, destaca las situaciones realmente críticas que implican una especie de “triple marginación”: los casos en los que la persona es una mujer extranjera con discapacidad. Aquí el desafío alcanza niveles muy altos, y para ofrecer respuestas pastorales adecuadas se requiere formación continua y compromiso.
Entre los ejemplos compartidos por sor Donatello en su intervención en la ONU figura el trabajo con la app “Vatican for All”, sobre accesibilidad a los eventos del Papa, destacando también la importancia de fomentar el empleo, el tiempo libre, el deporte, el oratorio, el arte y la educación afectiva.
Locatelli: del asistencialismo a la valorización
Han sido días intensos para Italia en la ONU, como relata a los medios vaticanos la ministra para la Discapacidad, Alessandra Locatelli, quien también participó en la sesión plenaria de la COSP. Allí pudo “dar testimonio del gran compromiso con la reforma sobre discapacidad, pero también del cambio de perspectiva: de una visión asistencialista a una visión que valoriza el potencial, los talentos y las competencias”. Locatelli subraya la importancia de los medios de comunicación y del lenguaje con el que se tratan estos temas: “No hablar de discapacidad solo cuando hay tragedias o historias maravillosas, sino contar el día a día”, es su deseo.
Entre los eventos destacados organizados por la delegación italiana estuvieron un concierto de una banda musical y encuentros con numerosas asociaciones recreativas y del Tercer Sector. En estos espacios también se avanzó en los trabajos preparatorios del G20 que se celebrará el próximo año en Sudáfrica, en continuidad con el G7 —el primero en la historia dedicado a la discapacidad— que tuvo lugar el año pasado en Asís.