Floribert, un maestro de esperanza para los jóvenes, para vencer el mal con el bien


En la tarde de este domingo, 15 de junio, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, presidió en la Basílica de San Pablo Extramuros la misa de beatificación del joven congoleño.

Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano

Floribert es un «maestro de esperanza» para muchos jóvenes africanos, «a quienes enseña a no dejarse vencer por el mal, sino a vencer el mal con el bien», pero también para todos, porque en su ejemplo «muchos jóvenes de todo el mundo pueden descubrir la fuerza del bien y de hacer el bien, resistiendo los halagos de una vida dominada por el miedo y el dinero». Así lo afirmó el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, en la homilía de la misa de beatificación de Floribert Bwana Chui, celebrada esta tarde, 15 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, en la basílica de San Pablo Extramuros. Concelebraron el obispo de Goma, diócesis de origen del beato, Willy Ngumbi; el cardenal Fridolin Ambongo, arzobispo de Kinshasa; y otros obispos congoleños.

Fiesta para Sant’Egidio y la comunidad congoleña

Un día de fiesta para la comunidad congoleña en Roma y para la Comunidad de Sant’Egidio, de la que el joven Floribert era miembro responsable en Goma, que llenan de fieles las naves de la basílica que conserva los restos del Apóstol de las Gentes. Y que animan la liturgia con sus cantos, interpretados por el Coro de Sant’Egidio y la Chorale Bondeko de la comunidad congoleña. La comunidad nacida en Trastevere celebra a su primer beato, con cientos de representantes del Congo y otros países africanos, como Benín, Burundi, Costa de Marfil, Malaui, Mozambique, Senegal y Togo.

La proclamación del nuevo beato

Tras el acto penitencial, el obispo de Goma y el postulador don Francesco Tedeschi se acercan al cardenal Semeraro, representante del Papa León XIV, y solicitan que se proceda a la beatificación del venerable siervo de Dios Floribert Bwana Chui bin Kositi. El cardenal lee entonces la carta apostólica de León XIV, que establece que Floribert será llamado desde ahora beato y que se le celebrará cada año el 8 de julio, día de su nacimiento al cielo. El Papa lo define como «laico, mártir, que considerando el amor al prójimo más precioso no solo que los bienes terrenales, sino también que su propia vida, dio testimonio heroico del Reino de justicia y paz inaugurado por el Señor Jesús». A continuación, se descubre la imagen del nuevo beato, «Nuevo sol sobre Goma», obra del artista Stefano Di Stasio, y posteriormente los hermanos de Floribert, Tresor y Jean-Claude, llevan la reliquia al altar. Se trata de una prensa de vestir que llevaba el beato el día de su secuestro y posterior martirio, con las marcas de la violencia sufrida. A la celebración también asiste la madre Gertrude, mientras que el padre del beato, lamentablemente, ha fallecido. Mientras tanto, se canta el himno al beato, en italiano, con música congoleña, cuya vida libre es «modelo para nosotros».

«Es mejor morir que aceptar este dinero»

En su homilía, el cardenal Semeraro recuerda el momento de la «gracia a un alto precio» para el funcionario de aduanas de 26 años en la frontera de la República Democrática del Congo con Ruanda, activo desde que era universitario en la Escuela de la Paz de Sant’Egidio en Goma, capital de Kivu del Norte. El «momento de la elección»…

Fue cuando, con amenazas y halagos corruptos, le pidieron que dejara pasar por la aduana alimentos en mal estado que habrían envenenado las mesas de la gente de Goma. Él, alimentado por la Palabra de Dios y la Eucaristía, se preguntó: «Si hago esto, ¿estoy viviendo en Cristo? ¿Estoy viviendo para Cristo?». «Como cristiano —se respondió—, no puedo aceptar sacrificar la vida de las personas. Es mejor morir que aceptar este dinero».

Martirio «por odio a la fe» y contra la corrupción

Por ello, entre el 7 y el 8 de julio de 2007, fue secuestrado, torturado y asesinado. Su martirio «por odio a la fe» fue reconocido el pasado mes de noviembre por el Papa Francisco, allanando el camino para su beatificación, ya que estaba relacionado con la corrupción y el culto al dinero a cualquier precio, que contamina el futuro y las esperanzas de África. Su elección fue, subraya el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, «entre vivir para sí mismo y vivir para Cristo», y Floribert eligió «la resistencia al mal, hasta el final, hasta el derramamiento de sangre». Y recuerda lo que dijo el Papa Francisco al reunirse con los jóvenes en su viaje a la República Democrática del Congo, el 2 de febrero de 2023.

“Podía haber cedido, no lo habrían descubierto y además habría ganado dinero. Pero, como cristiano, rezó, pensó en los demás y eligió ser honesto, diciendo no a la suciedad de la corrupción. Esto es mantener las manos limpias, mientras que las manos que trafican con dinero se manchan de sangre. Si alguien te ofrece un sobre, te promete favores y riquezas, no caigas en la trampa, no te dejes engañar, no te dejes engullir por el pantano del mal”.

El amor, brújula que orientaba sus decisiones

Del testimonio de Floribert, el cardenal Semeraro destaca que «en cada ocasión de la vida, Dios era su referencia»: prueba de ello es su Biblia conservada en Roma, en el Santuario de los Nuevos Mártires en San Bartolomeo all’Isola, que «permite constatar las huellas de una lectura constante».

“Se abrió totalmente al amor que lo abrazaba hasta el punto de dejarse moldear en lo más profundo y convertirlo en la brújula que orientaba sus decisiones”.

«Todos tienen derecho a la paz en el corazón»

Es la espiritualidad que el joven congoleño encontró en la Comunidad de Sant’Egidio y que el Papa Francisco, en su visita a Santa Maria in Trastevere en 2018, con motivo del 50 aniversario de su fundación, resumió en «oración, pobres y paz». En la comunidad, recuerda el cardenal, Floribert descubrió que «hay más alegría en dar que en recibir», centrando su atención en los pobres de Goma, en particular en los niños de la calle, a los que quiere dar esperanza y futuro, comprometiéndose con ellos en la Escuela de la Paz. Y cita una frase del nuevo beato…

«¡Todos tienen derecho a la paz en el corazón!». En una época marcada por la guerra y la violencia, en la que muchos en la República Democrática del Congo y en otros lugares buscan la paz, estas palabras nos impactan más que nunca.

Un Congo en paz, reunido en torno a la misma mesa como una familia

Su beatificación se celebra en Roma, subraya Semeraro, precisamente porque en Goma «faltan las condiciones de seguridad y tranquilidad». Así, espiritualmente, Floribert se convierte hoy en peregrino en Roma, como esperaba antes de ser asesinado. Entre los testimonios recopilados, recuerda el celebrante, se lee que con su compromiso pretendía reunir a los jóvenes de Goma como en una familia, que rechaza con él la guerra.

“Por eso decidió compartir el compromiso de Sant’Egidio por la paz, porque, decía, «pone a todos los pueblos en la misma mesa». Soñaba con ser un hombre de paz y poder así contribuir a la paz de su tierra, que tanto amaba. Hoy, pues, hacemos nuestra su aspiración a un Congo en paz, reunido en la misma mesa como una familia”.

Para él, la vida de las personas era mucho más valiosa que el dinero

El beato Floribert, concluye el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, comprendió que su alma, pero también la vida de su pueblo, «eran infinitamente más valiosas que el dinero» y hoy, precisamente gracias a la fidelidad de su vida que lo llevó al martirio, «la Iglesia lo señala como testigo y lo propone como maestro para todos nosotros». Por su intercesión, «que el Señor conceda a los jóvenes y a todos los creyentes de la Iglesia en el Congo, en particular en Goma, nuevas fuerzas para perseguir el bien y resistir al mal». Y, animada por su ejemplo, que la Comunidad de Sant’Egidio «continúe con libertad por el triple camino de la oración, los pobres y la paz».

León XIV: un cristiano que se oponía a la injusticia

En el Ángelus dominical, el papa León XIV recordó la beatificación celebrada por la tarde en la basílica de San Pablo Extramuros, hablando así del joven mártir congoleño.

“Fue asesinado a los veintiséis años porque, como cristiano, se oponía a la injusticia y defendía a los pequeños y a los pobres. ¡Que su testimonio dé valor y esperanza a los jóvenes de la República Democrática del Congo y de toda África!”



Source link

Related posts

Floribert Bwana Chui: una vida entregada para vencer las tinieblas del mal

El Papa en el Ángelus: recemos por la paz en Oriente Medio, Ucrania y el mundo

El Papa a los deportistas: sean reflejo del amor de Dios Trinidad