León XIV, al final de la audiencia general, expresa el dolor que provocan en el corazón de la Iglesia los gritos de los pueblos de Ucrania y Oriente Medio. Advierte sobre las armas científicas que podrían conducir a atrocidades peores que las del pasado y hace un llamado a los responsables “en nombre del derecho internacional”. “La guerra es siempre una derrota”, dice citando al Papa Francisco. Y evocando a Pío XII, afirma: “Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra”.
Patricia Ynestroza-Ciudad del Vaticano
Al concluir la audiencia general, León XIV elevó una vez más su voz en defensa de la paz. Con profunda emoción, expresó el dolor que lacera el corazón de la Iglesia ante los clamores de los pueblos de Ucrania, Irán, Israel y Gaza. Advirtió sobre el uso de armas científicas y sofisticadas que podrían desencadenar atrocidades aún más devastadoras que las vividas en el pasado. Citando a sus predecesores, hizo un llamamiento urgente a los líderes del mundo: “La guerra es siempre una derrota”.
El Papa evocó las palabras del Papa Francisco, quien hasta sus últimos días denunció con insistencia los horrores de la guerra. También recordó el histórico mensaje de Pío XII pronunciado a las puertas de la Segunda Guerra Mundial: “Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra”. En esta línea, León XIV advirtió que los conflictos actuales, enmarcados en un contexto de tecnologías avanzadas y armas experimentales, podrían arrastrar al mundo hacia una nueva y más profunda barbarie.
Un presente cargado de riesgos
El Papa aludió con claridad al riesgo nuclear latente en Oriente Medio, donde las tensiones han escalado dramáticamente tras los enfrentamientos entre Irán e Israel. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intervino ayer exigiendo a Irán la renuncia inmediata a su programa nuclear, o enfrentarse a una intervención conjunta con Israel para derrocar su régimen.
El llamamiento del Pontífice se inserta en este panorama global de desequilibrio e incertidumbre. León XIV llamó a no ceder ante la lógica de la fuerza, porque hacerlo sería hipotecar el porvenir de la humanidad.
Los llamamientos de Francisco y Pío XII
El Pontífice dirigió un mensaje directo a los líderes del mundo. Con gesto grave, leyó las palabras que llevaba escritas, recordando las enseñanzas de Francisco y Pacelli:
Una humanidad unida por la esperanza
El mensaje de paz fue también parte de su saludo a la delegación internacional de “Hope80”, asociación dedicada a la reconciliación en este año en que se cumplen 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.
“Que la llama del amor divino y de la fraternidad —oró el Papa— arda siempre en el corazón de los hombres y mujeres que formamos una única familia humana”.