-
El Papa León XIV recibió esta mañana en el Palacio Apostólico a los sacerdotes de la Pontificia Academia Eclesiástica que acaban de concluir su Año Misionero, etapa final de su formación como futuros representantes diplomáticos de la Santa Sede, y les pidió que en su futura misión tengan “capacidad de escucha”.
Acompañados por el presidente de la Academia, el arzobispo Salvatore Pennacchio, y el prefecto de estudios, Mons. Gabriel Viola, los 14 jóvenes presbíteros fueron alentados por el Pontífice a vivir su vocación sacerdotal con “humildad y mansedumbre”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“Os exhorto también a ejercer el don de vuestro sacerdocio con humildad y mansedumbre, con capacidad de escucha y cercanía, como discípulos fieles e incansables de Cristo Buen Pastor”, expresó.
León XIV destacó el valor de la iniciativa formativa de pasar un año como misioneros, que fue instaurada por su predecesor el Papa Francisco, como parte esencial en la preparación de los diplomáticos pontificios.
León XIV señaló la necesidad de formar “pastores con los pies en la tierra”, capaces de encarnar el modelo de sacerdote al servicio del Sucesor de Pedro delineado en el quirógrafo Il ministero petrino, documento que ha renovado el impulso de esta institución tricentenaria, próxima a celebrar su 325º aniversario.
“Cualquiera que sea la misión que se les confíe, en cualquier parte del mundo en que os encontréis, el Papa debe poder contar con sacerdotes que, en la oración como en el trabajo, no escatiman esfuerzos para llevar con su testimonio su cercanía a los pueblos y a las Iglesias”, subrayó.
El Pontífice insistió en que la misión universal del ministerio petrino requiere “el servicio fiel e insustituible de la Secretaría de Estado y de los Representantes Pontificios”, con los cuales estos sacerdotes pronto comenzarán a colaborar.
En este contexto, les animó a custodiar esa “solicitud por todas las Iglesias” que constituye el corazón del encargo confiado al Sucesor de Pedro.
Finalmente, León XIV expresó su profundo agradecimiento por la “docilidad y abnegación” con la que estos sacerdotes han vivido su Año Misionero “en contextos muy diversos”, y concluyó bendiciendo de corazón el inicio de su ministerio al servicio diplomático de la Santa Sede.