El Arzobispo de Concepción, Mons. Sergio Pérez de Arce, expresó su desacuerdo con la decisión del Tribunal Interdiocesano de Buenos Aires de reducir la sanción impuesta a un sacerdote condenado por abuso sexual de menor, revocando su expulsión del estado clerical y reemplazándola por una suspensión temporal del ministerio.
El sacerdote Hernán Enríquez Rosas fue expulsado del estado clerical en 2021 tras ser declarado culpable de abuso sexual contra un menor en 2002 mientras ejercía como rector del Seminario Menor de Concepción, decisión que fue confirmada por el Vaticano.
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Al conocerse la sentencia, Enríquez defendió su inocencia, denunciando que se le negó la posibilidad de apelar, y asegurando también que nadie había querido exponer las razones de la sentencia, por lo cual consideraba que la decisión era arbitraria, señala el portal BioBio.
En 2023, tras apelar la condena ante el Papa Francisco, el caso fue remitido al Tribunal Interdiocesano de Buenos Aires. Este tribunal absolvió a Enríquez de dos cargos, pero confirmó su responsabilidad en un delito de abuso sexual contra un menor.
Como resultado, revocó la expulsión del estado clerical y le impuso una suspensión de diez años en el ejercicio del ministerio, contados desde 2018, además de prohibirle desempeñar cualquier función que implique contacto con menores durante ocho años a partir de 2025.
El Arzobispo de Concepción “no comparte el criterio”
Al conocerse estas nuevas medidas, el actual Arzobispo de Concepción, Mons. Sergio Pérez de Arce aclaró en un comunicado que el Arzobispado de Concepción “no ha tenido ninguna injerencia ni en el proceso realizado en Buenos Aires ni en la decisión sobre la pena impuesta en la nueva sentencia”.
“Al Arzobispado solo le corresponde ejecutar o dar cumplimiento a la pena, por tratarse de un sacerdote incardinado en la Arquidiócesis”, precisa.
Sin embargo, deja asentado que “aunque debe ejecutar el fallo, no comparte el criterio que ha seguido el Tribunal de Buenos Aires al anular la pena de expulsión del estado clerical, toda vez que ambos tribunales – el de Concepción y el de Buenos Aires – han dado por cierto el delito de abuso sexual de menor, acontecido en este caso en el contexto del Seminario Menor donde el sacerdote era rector”, añadió.
“Más allá del derecho que tiene toda persona a enmendar su vida luego de cumplir una pena justa, considero que el abuso de menor es incompatible con el ejercicio del ministerio sacerdotal”, sostuvo el prelado.
“No hay lugar en el ministerio de la Iglesia para aquellos que han cometido abuso sexual. Me parece fundamental resguardar en una sentencia de esta naturaleza, tanto la integridad del ministerio ordenado como la consideración a las víctimas”, subrayó.
Finalmente, anticipó que “dado que la sentencia del tribunal de Buenos Aires no es apelable por cauces jurídicos, este arzobispo remitirá todos los antecedentes para una nueva revisión de la Santa Sede”.
“Pido a todos oración y compromiso con una cultura del cuidado y del buen trato”, concluyó.