Castel Gandolfo se prepara para acoger al Papa León XIV el próximo 6 de julio. La imponente villa pontificia de esta localidad a orillas del Lago Albano, un palacio fortificado del siglo XVII, fue convertida en 2016 en un museo para los turistas por decisión del Papa Francisco.
Aunque sólo están abiertas al público unas cuantas salas, en ellas se exhiben vitrinas con los ornamentos litúrgicos pertenecientes a anteriores pontífices, así como sus retratos.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Pontífice argentino no hacía las maletas en verano como sus predecesores, sino que permanecía en la habitación 201 del segundo piso de la Casa Santa Marta, donde residía habitualmente.
“Hizo mucho por la ciudad, abrió las puertas de la residencia pontificia y los jardines… Pero ahora, León XIV devolverá a la ciudad su relación cotidiana con el Papa: el Ángelus, las visitas, el contacto con la gente. Queremos volver a vivir todo eso”, asegura el alcalde, Alberto de Angelis en conversación con ACI Prensa.
Lugar de descanso, oración y estudio de los Pontífices
Castel Gandolfo ha sido, durante siglos, un lugar de descanso, oración y estudio para los Pontífices. Pío XII, Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI pasaron allí sus veranos, celebraron Ángelus dominicales y convivieron con los habitantes del pueblo.
El regreso de León XIV marca el inicio de una nueva etapa, que busca recuperar esa dimensión de cercanía y presencia pastoral: “No queremos mirar al pasado con nostalgia, sino al futuro. Y el regreso del Papa nos da esperanza. Vuelve el corazón de la ciudad”.
Aunque muchos recuerdan el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo como la residencia veraniega tradicional de los Papas, León XIV se alojará en otra estructura dentro del complejo vaticano.
“El Papa no se alojará en el museo. Lo hará en una tercera estructura. Eso permitirá que se mantenga el equilibrio entre la apertura turística y la función residencial”, aclara el regidor. Se trata de Villa Barberini, un edificio histórico que también forma parte del complejo pontificio, lo que permitirá mantener abiertos al público los museos.
El alcalde no oculta su gran alegría ante la decisión de León XIV de retomar la tradición de trasladarse allí durante los meses de verano.
“Desde 1628 los Papas han vivido en Castel Gandolfo. Algunos más, otros menos, pero su presencia ha sido una constante. Esta es una ciudad acostumbrada a la vida cotidiana del Papa”, explica.
Una ciudad que se prepara para acoger al Papa
La última vez que Castel Gandolfo acogió de forma estable a un Papa fue durante el pontificado de Benedicto XVI, quien también la eligió como residencia provisional tras su renuncia en 2013. Por eso, la gente de Castel Gandolfo, especialmente los más jóvenes, están tan entusiasmados.
“Muchos han crecido durante esta década de ausencia papal y no tienen una idea clara de lo que significa tener físicamente al Papa entre nosotros”, señala el alcalde. Pero eso está empezando a cambiar: “Hay obras en marcha; hemos incrementado la presencia de fuerzas del orden y reorganizado ciertos espacios; se nota cierta efervescencia en el ambiente”.
Y no se trata sólo de una cuestión logística. “Estamos deseando que regresen los Guardias Suizas, que no están en Castel Gandolfo desde hace doce años”, afirma. “Eso tiene un valor simbólico e identitario fundamental. En todas las fotografías históricas del pueblo, Castel Gandolfo aparece con las Guardias Suizas. La presencia del Papa es parte de nuestro ADN”, agrega.
Una bienvenida afectuosa y una organización en marcha
La jornada del 6 de julio será especial. Según confirmó el alcalde, por la mañana el Papa rezará el Ángelus desde la Plaza de San Pedro, y por la tarde se trasladará a Castel Gandolfo. Allí, las autoridades municipales han previsto una ceremonia de bienvenida oficial.
“Queremos que se sienta en casa”, explica el alcalde. Y agrega: “Estamos consultando a las personas que lo rodean para saber qué le gusta. Queremos hacerle una sorpresa. No podemos permitirnos hacer un papelón. Queremos conocerlo, no que nos lo cuenten, sino descubrirlo nosotros mismos. Hablar con él, saludarlo… Y, ojalá, pedirle que esté presente durante todo el año”.
Para ello, el municipio está trabajando intensamente en la planificación de seguridad, movilidad y accesibilidad. “Estamos elaborando con una empresa de ingeniería un plan de seguridad para todo el centro histórico, con sus calles adyacentes. Todo esto debe hacerse respetando las medidas de seguridad sin turbar la vida cotidiana de la ciudad”, indica en este sentido. Además, el alcalde no disimula su esperanza de que esta estancia —que por ahora se limitará a unas semanas en julio y agosto— se extienda.
“Nosotros esperamos —y deseamos— que no sea solo una visita de verano. Esta es su segunda ciudad después de Roma, y, al igual que Roma, queremos competir… lo queremos aquí más que en Roma, obviamente”, añadió.