El Cardenal Pedro Barreto, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), realizó un llamado urgente a los líderes de las naciones más poderosas del mundo. Subrayó la necesidad de “hacer compromisos reales” frente a la grave crisis socioambiental que enfrenta el planeta, especialmente en la Amazonía.
Sor Elaine Castro Matheuz – Ciudad del Vaticano
En su intervención, Barreto resaltó que estamos viviendo un kairós, un tiempo propicio para la transformación en el que “es necesaria una conversión de mentes y corazones”. Con motivo del Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa Francisco para 2025, el cardenal participando del Foro Jubilar de los Pueblos del G7 recordó la urgencia de reconocer la deuda ecológica que los países industrializados mantienen con el Sur Global, en particular con las comunidades amazónicas, cuyos territorios y formas de vida continúan siendo vulnerados por modelos extractivistas insostenibles.
La voz de los pueblos originarios y la protección de la Casa Común
Durante su visita a Canadá, Barreto estableció diálogo con comunidades indígenas, resaltando la importancia de su conocimiento ancestral como “maestros en el cuidado de nuestra casa común”. El cardenal comentó que “ellos viven en el aire que respiran, con el agua que utilizan, con la tierra, y por tanto jamás van a contaminarla”. Asimismo, afirmó que esta sabiduría debe ser valorada en igualdad de condiciones con la ciencia y criticó la exclusión de estas comunidades en decisiones que afectan directamente sus vidas, calificándola como “una de las formas más graves de injusticia ambiental y cultural”.
Barreto, también compartió su experiencia personal como arzobispo de Huancayo, denunciando los impactos devastadores del extractivismo, la deforestación y el cambio climático en la Amazonía y en la salud de sus pueblos: “El acceso a recursos esenciales como el agua, los alimentos y la vivienda se ve afectado por la deuda y la crisis climática, exacerbando la pobreza y forzando la migración”.
Llamado a acciones concretas
El Cardenal Barreto llamó a los líderes del G7 a adoptar medidas específicas, tales como reducir la demanda de productos vinculados a la deforestación amazónica, financiar proyectos de conservación y restauración ecológica, y garantizar el respeto a los derechos de los pueblos originarios. Recordó además la exhortación del Papa Francisco en la encíclica Querida Amazonía, que llama a defender los derechos de los pobres, preservar la belleza natural y cultural, y dar a la Iglesia rostros auténticos de la Amazonía.
Consciente de las limitaciones del poder eclesial frente a intereses económicos y geopolíticos, el Cardenal Barreto aseguró que “la Iglesia está llamada a ser una voz profética que, desde la fe, convoque a la conciencia colectiva” y advirtió que “los que tienen el poder político y económico pasarán a la historia como quienes no pudieron responder a este clamor de justicia socioambiental”.
Finalmente, el discurso del Cardenal Pedro Barreto concluyó con un mensaje de esperanza: “Restaurar y cuidar la Amazonía y sus pueblos es una señal de esperanza para toda la humanidad. Todos somos actores en este compromiso esencial: sociedad, gobiernos, empresas, Iglesias, comunidades y organizaciones sociales, trabajando juntos por un futuro más justo, fraterno y en armonía con la Casa Común”.
