La semana pasada, el Papa León XIV se reunió en el Vaticano con los miembros de los capítulos generales de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Esclavos, y fue precisamente en esa ocasión cuando recibió un regalo muy especial: una cruz con joyas que representa a la Santísima Trinidad según el concepto desarrollado por San Joaquín de Fiore.
El monje, teólogo y místico italiano del siglo XII, famoso por haber desarrollado una original interpretación trinitaria del devenir humano y de la historia de la salvación, expuso estas ideas en su famoso Liber Figurarum (El Libro de las Figuras).
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La cruz regalada al Papa fue elaborada por “Spadafora Gioielli”, una joyería italiana con una larga tradición en el arte sacro, especialmente en la región meridional del país.
Ahora Giuseppe Spadafora, actual propietario de la joyería, continúa con el legado que comenzó su padre. El regalo que entregamos al Papa “nació gracias a una amiga que tengo en Estados Unidos, Angie Ripullo. Tengo amigos de la Trinity en América”, explica en conversación con ACI Stampa -agencia en italiano de EWTN News-.
“Se me ocurrió presentarme ante él con este regalo, con esta joya realizada por nosotros, y así me encontré frente a León XIV y vi que apreció mucho el tema del joyel: la Santísima Trinidad del profético abad de Calabria (sur de Italia) Joaquín de Fiore”, añade Spadafora.
La historia de la joyería Spadafora Gioielli no solo está ligada al arte sacro del sur de Italia, sino también a una tradición de cercanía con los Pontífices que se remonta a varias décadas. Tanto es así que se le conoce como la la orfebrería de los Papas.
Esta relación comenzó el padre de Giuseppe, Giovanni Battista Spadafora, patriarca de la familia y maestro orfebre, quien fue recibido por el entonces Patriarca de Venecia, Albino Luciani, antes de que se convirtiera en el Papa Juan Pablo I. Posteriormente, en 1984, Giovanni Battista tuvo un encuentro con Juan Pablo II, en el marco de las celebraciones jubilares.
Desde entonces, la familia Spadafora ha mantenido una presencia constante en el mundo eclesiástico, entregando numerosas obras al Vaticano y a diversas diócesis.
“Después, vimos varias veces también al Papa Francisco, aunque lamentablemente mi padre nunca llegó a conocerlo en persona porque se sintió mal precisamente cuando él estaba en el Vaticano. Luego nos encargamos nosotros, y hemos tenido más de cuatro encuentros con él. En el mundo eclesiástico somos muy conocidos”, explica Spadafora a ACI Stampa.
Esta joyería italiana que desde el siglo XVIII se ha dedicado a la creación de arte sacro y piezas litúrgicas de gran valor simbólico y estético ha estado trabajando últimamente en un cáliz completamente de oro, donado por benefactores anónimos.
“Estamos hablando de 2 kilos de oro. Lo hemos donado a la Virgen de Pompeya. Otras obras nuestras se encuentran en varios santuarios. Mi padre realizó más de 150 coronas. No hay ningún pueblo en Calabria que no tenga una coronita del ‘orfebre de las Vírgenes’. Nosotros, sus hijos, estamos tratando de continuar de la mejor manera posible con su obra”, concluye Spadafora.