Dicasterio para la Cultura y la Educación

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El objetivo es evangelizar mediante el desarrollo de los valores humanos y cristianos. Su estructura se divide en la Sección «Cultura» y la Sección «Educación». Estas dos oficinas trabajan, en el ámbito de sus respectivas competencias, de forma integrada y coordinada.

Amedeo Lomonaco – Ciudad del Vaticano

Que el mundo educativo y escolar esté impregnado del espíritu evangélico. Esta es la misión del Dicasterio para la Cultura y la Educación que, como se lee en la Constitución apostólica Praedicate Evangelium, «trabaja por el desarrollo de los valores humanos en las personas en el horizonte de la antropología cristiana, contribuyendo a la plena realización del seguimiento de Jesucristo». Sus competencias giran, por tanto, en torno a dos ámbitos, a un binomio crucial: la cultura y la educación. El Dicasterio está constituido por la Sección de Cultura, dedicada, entre otras cosas, a «la animación pastoral y la valorización del patrimonio cultural», y por la Sección de Educación, «que desarrolla los principios fundamentales de la educación en referencia a las escuelas, los institutos superiores de estudios e investigación católicos y eclesiásticos, y es competente para los recursos jerárquicos en estas materias». El prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación es el cardenal José Tolentino de Mendonça. Los secretarios son monseñor Paul Desmond Tighe y monseñor Carlo Maria Polvani. 

Breve historia

El Dicasterio para la Cultura y la Educación agrupa a la antigua Congregación para la Educación Católica y al Pontificio Consejo para la Cultura. Los orígenes de la Congregación para la Educación Católica se remontan a la Edad Media. Con la Constitución Immensa, Sixto V instituyó en 1588 la Congregatio pro universitate studii romani para presidir los estudios de la Universidad de Roma y otras universidades distinguidas. León XII, con la Constitución Quod divina sapientia de 1824, creó la Congregatio studiorum para las escuelas del Estado Pontificio. El origen del Consejo Pontificio para la Cultura se remonta al Concilio Vaticano II, que entre sus múltiples énfasis señaló una relevancia siempre actual: la importancia fundamental de la cultura para el pleno desarrollo del hombre.

Cultura

La Sección de Cultura promueve y apoya las relaciones entre la Santa Sede y el mundo de la cultura, enfrentándose a las múltiples instancias emergentes y favoreciendo el diálogo intercultural como instrumento imprescindible de encuentro, interacción y enriquecimiento, para que quienes trabajan en las artes, la literatura, las ciencias, la técnica y el deporte puedan reconocerse y, al mismo tiempo, sentirse reconocidos por la Iglesia como al servicio de la búsqueda sincera de lo verdadero, lo bueno y lo bello. La Sección de Cultura apoya además los procesos de protección, conservación y disfrute público del patrimonio histórico, artístico y cultural de las realidades eclesiales, así como la valorización y protección de las culturas locales. Coordina la actividad de las Academias Pontificias, de las que forman parte algunas de las principales personalidades internacionales de las ciencias teológicas y humanísticas, elegidas entre creyentes y no creyentes.

Educación

La Sección de Educación promueve la aplicación de los principios fundamentales de la educación católica, la identidad católica de las escuelas y los institutos de enseñanza superior y la enseñanza de la religión católica en las escuelas de todos los niveles, y salvaguarda la integridad de la fe católica en la enseñanza doctrinal. Además, apoya y regula la creación y la colaboración de escuelas e institutos superiores católicos y eclesiásticos y sus asociaciones, para la profundización, de acuerdo con la verdad cristiana, de las disciplinas sagradas, los estudios humanísticos y científicos. La Sección de Educación también es competente en la formación académica de clérigos, de los miembros de los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica, de los laicos que se preparan para el servicio en la Iglesia, y es igualmente competente para los trámites necesarios para el reconocimiento por parte de los Estados de los títulos académicos expedidos en nombre de la Santa Sede y para la expedición de la autorización que necesitan los profesores para poder acceder a la enseñanza de las disciplinas teológicas.


Una exposición promovida por el Departamento de Cultura y Educación

Entre espacios y proyectos

Tanto en el ámbito cultural como en el educativo, el Dicasterio sigue los programas de acción emprendidos por las instituciones nacionales y supranacionales competentes, mediante la participación en organismos y eventos internacionales y la organización de congresos especializados. La misión del Dicasterio se traduce también en garantizar, a través de pabellones y espacios específicos, la presencia de la Santa Sede en exposiciones internacionales como la Bienal de Venecia. El Dicasterio también se encarga de promover diversos proyectos. El «Pacto Mundial sobre la Educación», en particular, es la invitación lanzada por el Papa Francisco para crear una alianza entre todos los que trabajan en el campo de la educación y la cultura, con el fin de cambiar el mundo a través de la educación, el arte, el espectáculo, el deporte, etc., con un horizonte: formar a todos, especialmente a las nuevas generaciones, en la fraternidad universal. La cultura y la educación son, por tanto, «los dos ojos» de este Dicasterio. Y son también dos lentes de aumento fundamentales con las que la Iglesia ve el mundo.



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