La misión de esta Oficina, estructura resultante de las reformas en el ámbito económico-administrativo iniciadas por el Papa Francisco, es contribuir a la gestión correcta y transparente del patrimonio de la Santa Sede. Se encarga de la revisión contable de los balances anuales de todas las Instituciones y Oficinas de la Curia Romana, así como de las relacionadas con la Santa Sede.
Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano
Es una de las estructuras vaticanas hija de las reformas en el ámbito económico-administrativo iniciadas por el Papa Francisco al comienzo de su ministerio. Creada en 2014 y activa desde 2015, la Oficina del Auditor General responde por estatuto directamente al Pontífice y tiene la misión general de contribuir a la gestión correcta y transparente del patrimonio de la Santa Sede. Tiene la tarea de la revisión contable de los balances anuales de las Instituciones y Oficinas de la Curia Romana, así como de las Instituciones vinculadas a la Santa Sede. El Auditor General es Alessandro Cassinis Righini.
Antecedentes históricos
El Papa Francisco, con el Motu Proprio Fidelis dispensator et prudens del 24 de febrero de 2014, con el que instituyó también el Consejo para la Economía y la Secretaría para la Economía, confió al Auditor General la tarea de realizar la revisión contable de los balances anuales de los Dicasterios de la Curia Romana, de las Instituciones vinculadas a la Santa Sede o referentes a ella, y de las Administraciones de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano. Con la promulgación del nuevo Estatuto, el 21 de enero de 2019, el Papa Francisco indicó las funciones y competencias de la Oficina del Auditor General.
Además de llevar a cabo de forma autónoma e independiente auditorías en todas las Entidades de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, la Oficina del Auditor General desempeña el papel de Autoridad Anticorrupción en virtud de la Convención de Mérida, en vigor para la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano desde el 19 de octubre de 2016. A instancias de la Oficina del Auditor General, en junio de 2020 se publicaron las «Normas sobre la transparencia, el control y la competencia en los contratos públicos de la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano». Se trata de un «código de contrataciones» que pretende reducir el riesgo de que las adquisiciones realizadas por los organismos del Estado y de la Santa Sede puedan ser ocasión de actos de corrupción. Sin entrar en su funcionamiento, que probablemente necesite alguna simplificación en el reglamento de aplicación, el código de contrataciones equipara la jurisdicción vaticana a la de los países más avanzados en este campo. Y la Oficina tiene un papel de supervisión en estos procedimientos.
Responsabilidades
Según la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium de 2022, la Oficina es responsable de la revisión contable del balance consolidado de la Santa Sede. Según el programa anual de revisión aprobado por el Consejo de Economía, es responsable de la revisión contable de los balances anuales de cada una de las Instituciones y Oficinas de la Curia, de las Instituciones vinculadas a la Santa Sede o que hacen referencia a ella, que se incluyen en los balances consolidados antes mencionados. El programa anual de revisión es comunicado por el Auditor General al Consejo para la Economía para su aprobación.
La Oficina del Auditor General, a petición del Consejo para la Economía o de la Secretaría para la Economía, o de los responsables de Entidades y Administraciones, lleva a cabo revisiones sobre situaciones particulares relacionadas con: anomalías en el uso o asignación de recursos financieros o materiales; irregularidades en la adjudicación de contratos o en la realización de transacciones o enajenaciones; actos de corrupción o fraude. Las mismas revisiones podrán ser iniciadas de forma autónoma por el Revisor General, que informa previamente al cardenal coordinador del Consejo para la Economía, explicando los motivos.
El Auditor General recibe de las personas que tienen conocimiento, por razón del ejercicio de sus funciones, indicaciones sobre situaciones particulares. Una vez examinadas las informaciones, las presenta con un informe al Prefecto de la Secretaría de Economía y, si lo considera necesario, también al Cardenal Coordinador del Consejo de Economía. Si de la revisión (contable o de situaciones particulares) surgieran elementos que pudieran sugerir la efectiva comisión de delitos penales, el Auditor General informará de ello a las autoridades judiciales vaticanas, las cuales podrán comprobar, con la colaboración de la Gendarmería, si se dan las condiciones para la apertura de un proceso ante el tribunal competente.
Independencia, prácticas internacionales y profesionalidad
En la audiencia concedida al Auditor General y a todo el personal de la Oficina el 11 de diciembre de 2023, el Papa Francisco profundizó en tres aspectos y valores que caracterizan el trabajo de la Oficina: la independencia, la atención a las prácticas internacionales y la profesionalidad. E invitó a ayudar a los responsables de la administración de los bienes de la Santa Sede «a crear salvaguardias que puedan impedir, “aguas arriba”, que se materialice la insidia misma de la corrupción».